Sin embargo, todo eso cambió cuando Jerome Lejeune y Marthe Gautier, que estudiaban en el laboratorio del profesor Raymond Turpin, descubrieron el vínculo entre el síndrome de Down y la trisomía 21 en 1958.
Esto ayudó a las familias a salir de las sombras con la prueba científica de que se trataba de una anomalía cromosómica, y no como resultado de un comportamiento pecaminoso.
Además, la investigación de Lejeune fue motivada por su profunda fe católica y su preocupación por los demás. El lema de su vida fue:
“Una sola frase, pronunciada por el propio Jesús, fue suficiente para determinar nuestro comportamiento: Lo que sea que hagas por el más pequeño de mis hermanos, lo haces por mí“.
También tuvo una amistad especial con san Juan Pablo II, quien lo nombró primer presidente de la Academia Pontificia para la Vida.
Desafortunadamente, los resultados de su investigación se usaron rápidamente para promover el aborto, para eliminar a niños con trisomía 21. Esto afectó mucho a Lejeune, que se opuso ferozmente a la destrucción de los no nacidos.
Los enemigos de la vida saben que para destruir la civilización cristiana, primero deben destruir a la familia en su punto más débil: el niño. Y entre los más débiles, deben elegir el menos protegido de todos: el niño que nunca ha sido visto; el niño que aún no es conocido o amado en el significado usual de la palabra; quien aún no ha visto la luz del día; quien ni siquiera puede gritar de angustia.
Lejeune fue un firme defensor del paciente, buscando encontrar curas en lugar de eliminar al enfermo.
La medicina se convierte en una ciencia loca cuando ataca al paciente en lugar de combatir la enfermedad. Siempre debemos estar del lado del paciente, siempre.
Murió el 3 de abril de 1994, que era la mañana de Pascua. La vida de Lejeune ha sido inspiración para muchos, y el 28 de junio de 2007 se abrió oficialmente su causa de canonización. También se creó la Asociación de Amigos del Profesor Jérôme Lejeune para ayudar a promover su legado.
Desde entonces, la causa de canonización ha progresado y la positio, una síntesis de todos los documentos reunidos sobre su vida, se presentó al Vaticano el 5 de mayo de 2017.
Actualmente Lejeune ha sido reconocido ya como “Siervo de Dios”, y el siguiente paso sería una declaración de virtudes heroicas que lo lleven a ser nombrado “Venerable”.
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