El pequeño y selecto restaurante ofrece tanto comida de menú como desayunos. Y entre las especialidades, el gofre Notre-Dame. Los restauradores han creado un molde específico para este propósito, que ha sido patentado. Aquí, no hay masa precocinada congelada, sino una masa 100% casera con levadura fresca.
“Es realmente un trabajo artesanal”, explica Domitille Monville a Aleteia. “Nuestro objetivo es que los gofres estén crujientes por fuera, suaves por dentro y de color marrón dorado”.
“Para nosotros, esta es una forma de rendir homenaje a Notre-Dame. Soy del norte de Francia, así que sé lo que es hacer gofres. Desde el incendio, la gente pasa por demasiado rápido. Vienen a ver qué está pasando y se van. Queríamos un producto que fuera de calidad y fácil de llevar”.
Así fue el incendio (Galería)
Así que son gofres, pero con un toque francés. El puesto fuera de la tienda atrae a los espectadores, difíciles de resistirse al olor de un gofre fresco, y los invita sutilmente a detenerse unos minutos más a los pies de la Dama de Piedra.
El gofre básico, espolvoreado con azúcar glass, cuesta 3,50 euros, pero también es posible elegir un suplemento casero de crema, chocolate, Nutella o caramelo. Los fines de semana, se venden hasta 50 unidades por día. Aunque este producto ha estado a la venta desde el otoño pasado, recientemente ha sido objeto de una asociación con la Fundación Notre-Dame que recibe el 5% de la facturación. Una iniciativa … crujiente.
Hay muchas maneras de disfrutar NotreDame…
En la pintura (Galería):
En el cine (Galería)
En grabados de época (Galería)
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