Cómo aplicar la educación en casa con 12 sencillos pasos

La educación en casa o homeschoooling es ya una realidad para el 10 % de la población aquí en Estados Unidos, más del doble de lo que era hace unos pocos años. Sospecho que la cifra podría aumentar más incluso si el experimento de la enseñanza a distancia se prolonga más tiempo en las escuelas públicas. Por mi parte, me entusiasma recibir a tantos nuevos homeschoolers. Nuestra familia lleva ya muchos años educando en casa y disfrutamos cada segundo.

Si eres novato o novata y todavía te resulta un concepto difícil de abarcar, no te amedrentes. Si mi familia puede hacerlo, la tuya también. Confía en mí cuando te digo que mis hijos han tomado muchas tangentes educativas a lo largo de los años y, con seis niños en casa, nuestra jornada escolar es un desastre glorioso.

En este momento, mi hija lleva todo el día en el ático construyendo una elaboradísima casa de muñecas con cartones y cola caliente, mi hijo está al piano tocando Yellow de Coldplay y cantando a pleno pulmón, y el resto de los hermanos está fuera observando a una mantis religiosa comerse una cigarra. Hay mucho rigor académico en nuestra casa, pero también bastante tiempo libre para explorar los intereses personales de cada uno.

Ir de la educación pública a la educación en casa es un gran salto, pero no tiene por qué ser excesivamente abrumador. Míralo de esta forma: si tu hijo está gravemente descontento con las clases virtuales, ¿cuánto peor podría irte a ti ofreciéndole un entorno educativo personalizado que no lo tenga mirando una pantalla todo el día?

Aunque no hay dos casas con dos sistemas de homeschooling idénticos, sí hay un método básico para canalizar la locura. Aquí tienes algunos pasos clave a la hora de considerar sumergirte en la educación en casa:

CONOCE LA LEY

Las leyes que regulan el homeschooling o la educación en casa son distintas en cada país. Asegúrate de que sabes cuáles son las que se aplican en tu situación para mantenerte dentro de los requisitos y cumplir con las obligaciones legales.

ENCUENTRA UN GRUPO DE APOYO

La mayoría de estos grupos ahora tienen presencia en Facebook. El grupo al que pertenecemos nosotros nos ofrece apoyo emocional, ideas creativas y recomendaciones sobre el currículum. También es buena idea encontrar familias próximas que pudieran estar dispuestas a hacer excursiones grupales. Algunos educadores en casa se unen a cooperativas académicas y sociales o grupos informales en persona o virtualmente.

ESTABLECE UNAS EXPECTATIVAS REALISTAS

Nunca tendrás la misma destreza que un profesor formado. No pasa nada. Pero sí tienes una enorme ventaja: como padre o madre de tu hijo o hija, le conoces y amas mejor de lo que podría cualquier otra persona. Un componente importante de la educación y la orientación es una relación personal. Establece expectativas realistas sobre lo que puedes y no puedes enseñar, pide ayuda si la necesitas y recuerda que lo que ofreces a tu hijo es tremendamente valioso, aunque no seas experto.

CREA UN ESPACIO EXCLUSIVO

Esto no es algo imperativo y, a menudo, la mesa del comedor es el único espacio disponible, pero disponer de un espacio exclusivo dedicado al estudio puede ser de ayuda. Un pequeño cuarto de estudio puede contener las distracciones y establecer un límite entre tiempo de ocio y tiempo de escuela.

REDEFINE TUS OBJETIVOS

El objetivo de la educación no son las notas altas y la preparación para una carrera bien remunerada. Esos son beneficios adicionales. El objetivo es la felicidad. Esto implica que la educación gira en torno a la construcción de virtudes, las lecciones de carácter y la exploración de diferentes intereses. Con esta negativa a adoptar una disciplina de mente estrecha y estrictamente académica quizás parezca que estás dejando a tu hijo atrás en lo referente a mérito académico, pero la realidad es otra. En Estados Unidos, los niños educados en casa logran más puntuación que la media nacional en los exámenes. Si te centras en la educación como un medio hacia una vida feliz, habrás dado a tus hijos un gran regalo.

DEJA QUE PERSIGAN SUS INTERESES

La educación no viene en talla única. Ahora bien, si a un niño no le gustan las matemáticas, ese niño va a tener que estudiar matemáticas igualmente. Sin embargo, si le gusta la lectura mucho más, una vez que haya terminado con las mates, ¡deja que lea! Deja que lea todo lo que quiera. Dale una pila de novelas y deja que desaparezca en su dormitorio durante largas tardes explorando mundos ficticios.

LAS ASIGNATURAS DIFÍCILES, ANTES

Esto no siempre es posible, pero la motivación es más alta por la mañana. Aborda las materias difíciles mientras haya más energía y que se la quiten de en medio antes.

SÉ FLEXIBLE

Quizás tu currículum no esté funcionando. Pues descártalo. Quizás a tu hijo le cuesta mucho una asignatura en concreto. Pues prueba con un enfoque distinto. Si un horario regular termina siendo tedioso, pues declara el día libre y ¡a introducirse en la madriguera de conejo! Probar algo diferente no es fracasar. Es un desvío hacia el mismo objetivo.

PIENSA CON CREATIVIDAD

Tienes tiempo para hacer cualquier cosa que quieras. Tus hijos son unas criaturitas únicas y maravillosas. Deja que sean un poco excéntricos.  No hay nadie alrededor que se meta con ellos por ser distintos. Deja que sean espontáneos. Si se obsesionan con los caballos, que estudien sobre caballos. Que estudien biología de caballos, que pinten caballos, que aprendan dónde viven, cómo se crían y cómo era la cultura que los domesticó por primera vez. No hay necesidad de seguir un método estándar si tu propio enfoque exclusivo cubre todas las bases y es mucho más interesante.

TEN MUCHÍSIMOS LIBROS A MANO

Los niños leerán con voracidad si se les permite y si otros niños no los disuaden de ello. Yo mantengo nuestras estanterías bien abastecidas y coloco pilas de libros estratégicamente por toda la casa. Algunos de mis hijos mayores han empezado a hojear estas selecciones y han empezado a leer algunas novelas y biografías clásicas. Están aprendiendo y yo no he tenido que hacer nada en absoluto.

QUE LA FE FORME PARTE DEL DÍA

Ahora que educas en casa, la familia tiene tiempo de ir a misa si quiere. Cada día puede empezar con una oración. Una clase que se centre en la religión es vital en la formación y educación de tus hijos. Conocer y practicar la fe es un componente importante de una vida feliz.

RELÁJATE Y DIVIÉRTETE

Es tu tiempo para que disfrutes con tus hijos. La educación, inevitablemente, tendrá momentos estresantes, pero en otras ocasiones será una felicidad absoluta. No te estreses mucho comparando a tus hijos con estándares arbitrarios. Cada niño aprende a un ritmo distinto y, con persistencia, se pondrá al día y quizás incluso supere a sus colegas escolarizados. Y por último, uno de los grandes secretos de la educación en casa: los padres pueden aprender con los hijos. ¿Qué podría ser más divertido que eso?

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