El 18 de septiembre, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que a partir del lunes 21 la gastronomía, la construcción y los cultos pueden recibir personas bajo las disposiciones sanitarias.
Desde que se inició la pandemia, las iglesias de la Ciudad de Buenos Aires dejaron de celebrar sacramentos con participación de fieles. Durante ese tiempo, los Obispos y las autoridades locales mantuvieron un diálogo constante para permitir esta nueva apertura.
En el documento elaborado por el Arzobispado de Buenos Aires se apeló “a la responsabilidad de los pastores y de los fieles”.
“Como Iglesia que peregrina en Buenos Aires nuestra prioridad sigue siendo colaborar con el bien común, cuidando la salud de todos, evitando contagiar y contagiarnos”.
“Hay que tener en cuenta que las celebraciones religiosas implican aglomeración de personas, mucho tiempo y en un mismo lugar, lo cual es el mejor caldo de cultivo para la transmisión del virus”, agregaron los Obispos.
De esa forma, se determinó que en las iglesias debe haber una persona cada 15 metros cuadrados con un tope de 20 fieles, previa inscripción.
Si el número de interesados supera las 20 personas, el Arzobispado sugiere la realización de varias Misas al día, además de disponer de feligreses voluntarios que observen el cumplimiento de las normativas sanitarias de distancia física e higiene.
Los Obispos firmantes solicitaron a los sacerdotes que en cada Eucaristía se “eleven oraciones por la situación que estamos atravesando, pidiendo el fin de la pandemia y muy especialmente recen por los afectados con el virus y los agentes sanitarios”.
“Les encarecemos que se abstengan de hacer interpretaciones personales de estas disposiciones y se ajusten a ellas, conservando la unidad de criterios y la mesura en bien de los fieles. Si hay creatividad que se manifieste en la caridad”, expresaron los Obispos en el documento.
Revise el protocolo para las iglesias de la Ciudad de Buenos Aires AQUÍ.
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