En un comunicado, la Archidiócesis de Barcelona informó sobre las actuaciones realizadas en el caso abierto contra el sacerdote jubilado Josep Lluís Fernández Padró, ante la denuncia recibida por un presunto caso de abuso sexual, y que presentó el promotor de Justicia (fiscal) de la Archidiócesis.
Según el texto, el denunciante que responde a las iniciales A.A.M indicó que los hechos ocurrieron 40 años atrás, cuando tenía 16 años y que son susceptibles de tipificación como delito de abuso sexual de menores a tenor del canon 1395 § 2 del Código de Derecho Canónico.
El denunciante dejó constancia de que también había presentado la correspondiente denuncia ante la autoridad civil y de acuerdo con el Derecho Canónico y las normas de aplicación vigentes en la Archidiócesis.
El promotor de Justicia realizó la investigación previa, citando al acusado y a diversos testigos y, según precisa la Archidiócesis de Barcelona, “el resultado de tal investigación ofreció indicios fundados de la comisión del delito”.
El P. Josep Lluís Fernández Padró es un sacerdote jubilado, por lo que él mismo renunció a todos sus cargos y responsabilidades pastorales en la Archidiócesis. El comunicado indicó que el 19 de mayo de 2021 “fueron comunicadas las actuaciones a la Congregación de la Doctrina de la Fe, en la Santa Sede, competente para decidir cómo debe proseguirse”.
El P. Josep Lluís Fernández Padró, de 81 años, es un sacerdote que ayudó a crear el Cuerpo Provincial de Bomberos Voluntarios de Barcelona en 1960 y el de la Generalitat durante los años 80, por eso se le conocía con el apodo del “cura bombero”.
Hacía las veces de capellán del cuerpo hasta hace unos meses, cuando se recibieron las denuncias de abuso sexual, según informan varios diarios locales.
El diario Ara señala que el cuerpo de bomberos rompió las relaciones con el P. Fernández Padró después de que aparecieron en las inmediaciones del parque de bomberos del Eixample unos carteles en los que le acusaba de abusos sexuales.
"En el momento en el que detectamos las denuncias, se le comunicó que no lo queríamos vinculado a la organización y se le eliminó del único acto en el que participaba: la fiesta patronal", aseguró a este diario catalán Sebastià Massagué, responsable de los bomberos de Barcelona.
El primer denunciante puso en conocimiento del Arzobispado de Barcelona los hechos para su investigación y que, como se precisa en el comunicado, “el resultado de tal investigación ofreció indicios fundados de la comisión del delito”.
Sin embargo, existe una segunda denuncia de abusos que habría cometido este sacerdote. Según el denunciante, los hechos ocurrieron en mayo de 2019.
Esta persona denunció los hechos a las autoridades. Meses después de haberla presentado recibió amenazas de muerte tanto en su teléfono móvil como en su correo electrónico. Según el diario ARA, “en el juicio por las amenazas, ante diferentes letrados, uno de los denunciados -eran dos-, vecino del cura, admitió que Fernández le había pasado el teléfono de la víctima”.
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