El Prelado hizo esta afirmación en su homilía de la Misa de este domingo, a poco más de un mes del inicio del paro nacional convocado por distintas organizaciones de izquierda el 28 de abril, y que tuvo diversos episodios de vandalismo y violencia el viernes 28 de mayo que dejaron 13 muertos y decenas de heridos solo en la ciudad de Cali.
Otras ciudades que sufrieron diversos ataques vandálicos por parte de manifestantes fueron Medellín, Popayán donde lanzaron bombas incendiarias a la alcaldía, Pereira y Bogotá, donde los violentos atacaron una estación de policía en la localidad de Facatativá.
Según informa la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones, Mons. Rueda dijo que “a veces nos vamos hacia el amor verdadero y la vida es hermosa y somos artesanos y constructores de una cultura de la misericordia, pero puede haber momentos en que nos dejamos llevar por el odio visceral que nos destruye, daña a las familias, las llena de luto y tristeza”.
Este odio, alertó el Arzobispo “va destruyendo las relaciones entre nosotros los ciudadanos y pone en el corazón angustia y miedo de lo que puede pasar en la ciudad, en nuestros campos y en las regiones”.
El Prelado animó a vivir la fraternidad y el respeto entre hermanos para que “nazca el verdadero diálogo. De lo contrario nos relacionamos como Caín y Abel donde el uno trata de destruir por envidia al otro”.
El Arzobispo alentó a “encontrar caminos de consenso para solucionar los problemas” teniendo en consideración dos importantes valores: el respeto a la vida de todos y la dignidad de cada uno.
“Debemos respetar la vida de los demás, ese es el don supremo. Sin la vida no podemos nada, sin la vida no podemos llegar a nada. Por eso me duelen tanto esas víctimas, no solo las de ahora sino las de siempre. Por eso rechazamos toda forma de violencia porque es fraticida”.
El Arzobispo de Bogotá explicó que “el segundo valor al lado de la vida humana es la dignidad de todos. Todos somos dignos porque hemos sido creados por el amor de Dios y sus huellas digitales están en nuestra conciencia y en nuestra historia. Por ahí encontramos una clave de fraternidad y no de odio ni rechazo”.
Mons. Rueda alentó también a buscar la verdad, superando la mala información o las informaciones a medias, porque “la verdad nos libera del miedo” y “del engaño”.
El Arzobispo resaltó que hoy se celebre el misterio de la Santísima Trinidad, “tres personas distintas y un solo Dios verdadero que se hace amor”.
“Si usted y yo hemos sido bautizados en el amor trinitario entonces estamos llamados a ser artesanos de la misericordia, servidores de la fraternidad y constructores permanentes de la verdad”, concluyó.
El 28 de abril se inició en Colombia un paro nacional, convocado por diversas organizaciones de izquierda. Pese a los diversos diálogos entre el comité del paro y el Gobierno, alentados por la Iglesia, aún no se llega a soluciones concretas.
El 13 de mayo Semana informó que los líderes del paro habían acordado en Cali “una detallada estrategia para alargar las protestas de manera indefinida, pese a la crisis humanitaria y de desabastecimiento en algunas regiones del país y los polémicos bloqueos”.
Hasta Cali llegó ayer el presidente de Colombia, Iván Duque, para dialogar con los ciudadanos que no quieren más violencia.
Ante los desmanes y la violencia, el Obispado Castrense convocó ayer sábado un Rosario por la paz en Colombia.
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