(VenL/InfoCatólica) Monseñor Héctor Aguer, arzobispo emérito de La Plata, advirtió que la nueva Ley del Deporte, aprobada en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires «entre gallos y medias noches», asume la «ideología de género» en su articulado. «Cuando se niega la naturaleza humana se cometen los dislates más inconcebibles, en contra de la naturaleza humana»
«Quiere decir que un señor que se siente mujer, que se viste de mujer, y saca un documento de mujer, puede jugar al hockey en un equipo femenino», detalló en su columna semanal en Canal 9, y se preguntó: «¿No tendrá una ventaja ahí? ¿No habrá una deslealtad implícita en esa posición?».
«Al revés, una mujer, que se siente varón, también las hay, se viste de varón, saca un documento de varón puede jugar en un equipo de varones. Puede aspirar a jugar al fútbol, por ejemplo. Supongamos: Antonia, la hija del Presidente de la Nación, si dentro de unos años se siente varón y aspira, obviamente, a jugar en la primera de Boca Juniors, podría legalmente hacerlo», ejemplificó, y agregó: «De acuerdo a esta ley podría hacerlo también. Digo esto con respeto por todas las personas, a las cuales no juzgo, aunque no puedo callar la verdad objetiva de las cosas».
El prelado sostuvo que «¡esto es el mundo al revés! Todo patas para arriba, y tal cosa es la ideología de género, precisamente» y aseveró: «Cuando se niega la naturaleza humana se cometen los dislates más inconcebibles, en contra de la naturaleza humana», afirmó.
Asimismo, recordó que el cardenal Joseph Ratzinger, antes de ser elegido Papa, decía que «la ideología de género es la última rebelión de la creatura contra el Creador».
«La creatura se pone en el lugar del Creador. Es decir pretende reformar la Creación. Esta es una verdad difícilmente refutable», añadió.
Monseñor Aguer manifestó que «la ideología de género es esencialmente atea, porque no se puede negar la existencia de la naturaleza tal como nos ha sido dada, porque la naturaleza es algo dado, y no es razonable reemplazarla por todo lo que sea creación o fabricación del hombre».
Y se preguntó: «¿Cómo entender que una Legislatura, que tiene que ocuparse de tantas cosas, como por ejemplo de los inundados, de las múltiples carencias y calamidades que ocurren en esta provincia de Buenos Aires, de los problemas del conurbano, que pesa enormemente sobre el conjunto de la vida provincial, se empeñe tanto en semejante delirio? Pues sí, la Legislatura se dedica a una ley del deporte con estas características. ¿Qué les parece? ¿Creerán que el deporte argentino con esto se ubicará al tope de los niveles mundiales?»
«Esta es otra de las imposiciones de la ‘agenda globalista’ como la hemos llamado. Este Gobierno, liberal o neoliberal o pseudoliberal o como se lo llame, es un ‘pedisecuo’ seguidor, que sigue a pie juntillas todo lo que le manda la agenda global… El pueblo de la Nación, la sociedad argentina, son vendidos despreciando los valores esenciales de la dignidad humana, de la familia y de la comunidad. La cultura nacional se desbarranca hacia el abismo de la corrupción moral», concluyó.
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