Durante la catequesis llevada a cabo en el Aula Pablo VI el Santo Padre se detuvo en algunas de las etapas de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Panamá 2019, entre ellas el tradicional Vía Crucis realizado el viernes.
El Papa explicó que los cientos de miles de jóvenes reunidos en Panamá llevaron “con Jesús y María el peso de la condición de tantos hermanos y hermanas sufrientes en América Central y en el mundo entero”, entre los que se encuentran muchos jóvenes víctimas de diversas formas de esclavitud y de pobreza.
Sobre el Vía Crucis realizado durante la Jornada Mundial de la Juventud, el Santo Padre dijo que es significativo “caminar con María detrás de Jesús que lleva la cruz es la escuela de la vida cristiana: allí se aprende el amor paciente, silencioso y concreto”; y confió que siempre carga en su bolsillo un pequeño Vía Crucis para rezarlo cuando tiene tiempo.
“Yo les hago una confidencia, a mí me gusta mucho hacer el Vía Crucis, porque es ir con María detrás de Jesús, y siempre lo llevo conmigo para rezarlo en cualquier momento. Un Vía Crucis de bolsillo que me lo ha regalado una persona muy apostólica en Buenos Aires y cuando tengo tiempo, lo tomo y sigo el Vía Crucis”.
Por ello, el Papa invitó a los cristianos a rezarlo también: “Hagan ustedes el Vía Crucis porque es seguir a Jesús con María en el camino de la Cruz donde Él ha dado la vida por nosotros, por nuestra redención. En el Vía Crucis se aprende el amor paciente, silencioso y concreto”, señaló.
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