La finca además de su belleza arquitectónica y de sus hermosos jardines, estatuas y grutas; es además famosa por sus dos grandes pozos en forma de espiral.
El primero de los pozos, es llamado: “Pozo de iniciación”, porque está vinculado a ritos de iniciación secretos, probablemente de origen masónico, que es fuente de inspiración para varias leyendas.
Este está formado por nueve niveles, cargado de símbolos esotéricos y que recuerda a los círculos del Inferno, el Purgatorio y el Paraíso de la Divina Comedia del Dante.
En el fondo del pozo se ve claramente una brújula con la efigie de la Cruz de los Templarios, símbolo vinculado al legendario orden secreto de los Rosacruces. Los ritos de iniciación que se realizaron en este pozo preveían el descenso y el ascenso por la escalera a espiral, como metáforas de muerte y renacimiento.
La simbología del lugar está relacionada con la creencia de que la tierra es el útero materno de donde proviene la vida, pero también la sepultura donde volverá.
El pozo está comunicado mediante varias galerías o túneles con otros puntos de la quinta: la entrada de los guardianes, el lago de la cascada y el “Pozo imperfecto”, el segundo pozo que nunca fue completado.
El vínculo con la masonería sería testificado por los 9 escalones que componen la escalera que se encuentran en la obra Conceito Rosacruz do Cosmos.
Muchos turistas visitan la finca atraídos por los misteriosos pozos, y se deleitan paseando por los jardines, bosques y las otras atracciones de la finca como: el palacio, la torre de Regaleira, el lago de los cines y la capilla de la Santísima Trinidad.
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