Cuando una tentación busca conquistar nuestras almas y alejarnos de Dios, lo mejor es orar.
A veces no tenemos la fuerza para orar usando nuestras propias palabras y necesitamos la ayuda de una oración memorizada. En estos casos, puede ser útil decir una oración similar a la siguiente para despertarnos de nuestra atracción al pecado.
Rezar la oración una y otra vez lo reforzará en nuestra mente, e invocará la gracia de Dios para darnos la paz que necesitamos.
La próxima vez que te sientas tentado a cometer un pecado, prueba esta oración y entrégate a la misericordia de Dios.
¡Dios mío! Déjame morir antes que ofenderte. ¡Mi divino salvador! Ayúdame con tu poderosa gracia, protégeme misericordiosamente de ceder a esta tentación y dame un gran horror por el pecado. ¡Señor! Sálvame o pereceré.
Publicar un comentario