En conferencia de prensa realizada este jueves 1 de agosto, el Prelado informó además que la Fiscalía General de la Nación ha emitido hoy la orden de captura contra el sacerdote.
En un comunicado, la diócesis señala que “deplora y siente un profundo dolor por esta situación” por lo cual “ofrece y desea garantizar a la víctima un acompañamiento espiritual y psicológico”.
Además, anunció el inicio de “un proceso canónico con el sacerdote implicado, quien desde el momento de la acusación, queda inmediatamente suspendido ad cautelam de su ejercicio ministerial, respetando el debido proceso ante la justicia tanto civil como canónica”.
El comunicado afirma que “la Iglesia sufre y rechaza profundamente cualquier tipo de conducta, por parte de un ministro ordenado que atente contra la dignidad de las personas más vulnerables, en especial los menores de edad”.
“Por tal motivo, defiende a los niños y a las niñas, y vela para que sus espacios sean siempre seguros”, precisa el texto.
Finalmente, el comunicado resalta que “frente a este tipo de casos en el que expresamos nuestro dolor y solidaridad, ratificamos nuestro compromiso de actuar con claridad y transparencia para seguir siendo la Iglesia que acoge y camina junto a los más pobres y necesitados de nuestra sociedad”.
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