Francisco explicó, a propósito del titulo del curso, que la conversión a la diaconía social significa entender que tengo que servir a los demás, que no estoy solo en el mundo, que tengo que ver lo que necesita el otro, qué necesidades materiales o espirituales tiene.
El Obispo de Roma exhortó a abandonar el egoísmo, pues, sostuvo estamos acostumbrados a pasar cerca del que sufre y darle la espalda.
Sin embargo Jesús, nos pide que sirvamos a los demás como el Buen Samaritano, del cual no conocemos su nombre, un hombre anónimo que lo cuidó, que estaba a la orilla de la calle, indicó.
En su video-mensaje grabado desde la Casa Santa Marta, sostuvo que al borde del camino de la vida, hay hombres y mujeres como nosotros, hay ancianos y niños que nos piden, con una mirada, que les demos una mano.
De ahí el estímulo del Papa a «un proceso de conversión a la diaconía, para ser diáconos, servidores de los demás«.
Esto debido a que Jesús dice: ‘Ni siquiera los que han dado un vaso de agua en mi nombre quedarán sin recompensa‘ (Mt 10,42)».
El Pontífice concluyó invitando a tener valentía y dejarse llevar por el bien. «Sólo te pido que hagas latir tu corazón, nada más, y que miren bien. El resto vendrá solo».
Luego envió su bendición, realizó la invocación a la Virgen María y pidió oraciones a los cerca de 600 agentes pastorales de toda la diócesis argentina que participan en el curso de espiritualidad en modalidad virtual.
Aquí los videos formativos del curso: Conversión a la diaconía social.
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