San Andrés Kim Tae-Gon nació en Solmoe (Corea) en 1821, en una familia noble. Siendo niño su familia se trasladó a Kolbaemasil para huir de la persecución. Su padre, San Ignacio Kim, murió mártir en 1839.
Andrés fue bautizado a los 15 años de edad y más adelante ingresó al seminario de Macao (China). En Shangai recibió la ordenación sacerdotal (1845), convirtiéndose en el primer sacerdote coreano.
Posteriormente regresó a Corea con la finalidad de facilitar el ingreso de misioneros a su país, donde había sido prohibida la inmigración extranjera, especialmente de misioneros cristianos. Allí se dedicó a difundir la fe, predicando y bautizando a todos los que se convertían, tocados por su testimonio y el de muchos misioneros cristianos.
Fue arrestado al tratar de hacer ingresar a Corea a un grupo de misioneros franceses provenientes de China. Después de algunos meses en la cárcel, fue condenado a muerte y murió decapitado en 1846.
Andrés Kim y sus 102 compañeros mártires fueron canonizados por San Juan Pablo II en 1984, cuando el pontífice visitó Corea.
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