Caravaggio vivió toda su vida atormentado, entre demonios que lo perseguían debido a su desenfrenada vida, y entre santos buscando la redención
No tuvo una vida fácil, la peste hizo estragos en su familia cuando tenía sólo 6 años, llevándose a su padre, a su abuelo y a su tío.
Nació en el año 1571 en Milán, y falleció en Porto Ercole en el año 1610 con sólo 38 años.
Podría resumirse la historia de la vida de Michelangelo Merisi da Caravaggio en una de sus últimas obras maestras: David con la cabeza de Goliat.
Esta obra es un doble autorretrato, dónde el artista se ve en un joven David, guerrero a su corta edad y sin ninguna mancha de pecado.
Pero también está su lado oscuro, y lo representa en Goliat, dónde aborrecido de sí mismo, plasma todo su dolor en la cabeza degollada del gigante.
Tanto era su arrepentimiento, tanto lo afligía su conciencia impúdica, que luego decide encaminarse al Papa, para pedir misericordia.
¿Qué circunstancias habían llevado al artista a ese estado?
Hagamos un pequeño recorrido en la vida de Caravaggio:
Su carrera comienza a los trece años en la bodega del pintor manierista Simone Peterzano.
En 1594 se traslada a Roma, según dicen, escapando porque era sospechoso de homicidio.
En Roma frecuentaba lugares de mala fama, a pesar que el cardenal del Monte, ya había visto en él sus grandes dotes de artista, solicitándole importantes encargos para las más altas instituciones religiosas, como la Vocación de Mateo para la iglesia San Luis de los franceses.
Las obras de Caravaggio, rápidamente impactaron al público, por la innovación de su técnica, el juego de luces y sombras.
Efecto que creaba colocando lámparas y velas alrededor de la habitación, combinando las distancias alrededor del sujeto que debía pintar, como un gran director de fotografía.
Su decaída
Su cómoda vida de lujos y excesos, cambia en 1606, cuando en una pelea banal, asesina a Rinuccio Tommasoni.
Según las duras leyes impuesta por el Estado Pontificio de la época, al artista por semejante delito le correspondía ser decapitado.
Temiendo tanto a la muerte escapa a Nápoles, Malta, Sicilia, luego retorna a Nápoles.
Cambiaba en continuación de lugar, no sólo para escapar de la pena, sino también de los amigos de su enemigo que lo buscaban para vengarse, hasta que allí en Nápoles, lo encuentran y lo hieren en la cara.
Cansado y con tantos remordimientos, decide arrepentirse y pedir perdón al Papa.
Lamentablemente nunca llegó a Roma, muere en Porto Ercole, sin saber que ya el Papa había mandado una persona a Nápoles para absolverlo de sus culpas.
Quizás en el “David con la cabeza de Goliat”, trata de pagar su deuda, mostrándose a sí mismo decapitado…
Publicar un comentario