Un ecuatoriano desaparecido en la frontera entre Ciudad Juárez (México) y Texas (Estados Unidos) que deja entrever un drama cada vez más agudo vinculado a aquellos que dejan su lugar de origen en procura de un futuro mejor
El tema de los migrantes y refugiados está más vigente que nunca. Desde jornadas específicas dedicadas a la reflexión, como la que celebró la Iglesia este 26 de septiembre, hasta la crisis que se presentó recientemente en la localidad chilena de Iquique con un grupo de migrantes que fueron atacados de parte de pobladores locales. O la propia situación de los haitianos corridos a latigazos en la zona fronteriza al norte del continente americano. Todas imágenes duras e interpelantes.
Pero también es un tema que se hace efectivo y latente a través de rostros concretos, como el de José Luis Palate, de 42 años, casado y padre de 2 hijos, residente en la ciudad de Ambato.
Según 1800 Migrante, organización que ofrece apoyo legal a migrantes ecuatorianos, este 29 de septiembre José Luis cumple cuatro meses de desaparecido. Este hombre, que se desempeñaba con albañil, tuvo que salir del país debido a que ganaba poco dinero y buscaba una mejor posición económica para su familia.
Esta situación lo motivó a emprender un viaje hacia Estados Unidos y así lograr aquello del “sueño americano”. En ese país había también un familiar que le había prometido ayuda.
Sin embargo, hasta el día de hoy, todo aquel sueño se ha visto truncado debido a lo que trascendió luego de que saliera de Ecuador allá por el mes de mayo. Es ahí donde aparece la figura del “coyote” (persona que favorece el ingreso ilegal de inmigrantes) y una última comunicación con su familia en la que si bien señalaba que como objetivo cruzar la frontera, aún estaba en peligro.
La angustia de su familia
“Yo no pierdo la fe de encontrarle a mi papi, porque en el fondo de mi corazón siento que él está bien. Yo le digo ‘papito, yo te voy a encontrar en donde quiera que estés, resiste en donde quiera que te encuentres porque te vamos a encontrar’”.
Así se expresó Abigaíl Palate, hija de José Luis, en declaraciones recogidas por El Universo. Lo dijo en medio de la angustia y las lágrimas, tal cual indica la crónica. Y no es para menos, pues aquel sueño de su padre hoy es una pesadilla para su familia. A pesar de esto, a sabiendas que lo que hizo José Luis fue para darle una vida mejor a los suyos, la esperanza no se pierde y hasta hubo un pedido de ayuda a las autoridades.
Ecuatorianos rumbo al norte
Según 1800 Migrante, en lo que va del año junto a José Luis son 22 los ecuatorianos desaparecidos en la frontera entre México y Estados Unidos. Aquí la parte más difícil de una situación que se ha incrementado en las últimas semanas con la desesperación de muchos ecuatorianos para llegar a Estados Unidos antes de que entrara en vigencia la exigencia de México de una visa, tal cual publicóAleteia recientemente.
Con José Luis Palate surge tan solo un ejemplo de las tantas historias que hay por ahí, en varias fronteras de América Latina, desparramadas por estas horas. Esta vez un caso con nombre y apellido –encarna una situación más que vigente- que perfectamente podría ser el drama de un familiar muy cercano.
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