Cómo enseñar educación financiera a los hijos con lógica cristiana

Que no te cueste hablar a tus pequeños del ahorro, la inversión, la generosidad y la prudencia con el dinero. Forma parte de su preparación para el mundo real

Como decía aquella vieja canción de Cristina y Los Stop “Tres cosas hay en la vida salud, dinero y amor, quien tenga estas tres cosas que le dé gracias a Dios” . Y qué gran verdad, es tan importante cuidar nuestra salud como dar y recibir amor. Por eso enseñamos a nuestros hijos desde pequeños a hacerlo de la mejor manera, pero no sucede lo mismo cuando se trata del dinero.

Muchas veces dejamos el tema del dinero para cuando sean mayores porque es un tema agobiante, que nos genera una dificultad explicarlo e incluso nosotros mismos no lo comprendemos en su totalidad. Sin embargo, así perdemos de vista que con ello les transmitimos el mensaje de que las finanzas son un agobio, un estrés, una preocupación y no es cierto.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y UNICEF coinciden en que es fundamental educar a los niños en materia de finanzas desde pequeños, incluso recomiendan hablarles con naturalidad desde los 2 y 3 años.

Explican que es la mejor manera para que incorporen de forma natural conceptos como ahorro e inversión, y lo más importante aprendan a ser personas responsables social y económicamente con su dinero.

Por supuesto que enseñarles de acuerdo a su edad y capacidad, no es lo mismo para un niño que no sabe sumar y restar que para el niño que ya lo sabe.

Incluso los profesionales aconsejan que se comience en el hogar, pero tiene que haber una educación financiera en los colegios también.

Destacan que es un tema importante porque la infancia es una etapa de la vida en la que descubrimos el funcionamiento del mundo que nos rodea, aprendemos cómo comportarnos e interactuar con él, y las finanzas están presentes en nuestra vida desde el nacimiento hasta nuestra muerte por lo que es necesario aprender cuanto antes a gestionarlas.

¿Cómo enseñamos educación financiera en casa?

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Con pequeñas acciones prácticas, los niños aprenden a valorar lo material en un contexto de virtudes cristianas.

A3pfamily – Shutterstock

Lo primero que tenemos que transmitir a los niños es que el dinero es una herramienta de intercambio, que se consigue cuando yo entrego un valor y, a cambio me dan una cantidad de dinero (ya sean en moneda o billete).

Es fundamental explicar cómo se produce el dinero, y se puede hacer mediante diferentes actividades, juegos en casa sencillos, de manera que entiendan que el dinero se gana con esfuerzo y que primero hay que conseguirlo para obtener lo que queremos comprar.

La forma de enseñar dependerá de la edad: si es un niño preescolar, quizás no conozca aún los números, ni sumar y restar, por lo tanto la actividad puede ser entregar los billetes o monedas cuando vamos de compras al supermercado, o poner la limosna en el canasto cuando asistimos los domingos a la misa.

En cambio, si es un niño escolar ya sabe sumar y restar, por lo que se pueden hacer más actividades y juegos en donde experimente sobre gastos, ingresos y tome decisiones, así como también aprenda a ahorrar.

Aprender jugando potencia el aprendizaje

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Jugando en familia, los hijos aprende qué es el dinero y para qué lo empleamos.

David Prado Perucha – Shutterstock

Jugando se aprende más fácil y despierta el interés en los niños. Se recomiendan juegos de rol, clásicos, juegos de mesa o mediante aplicaciones (apps). Es importante jugar con ellos, acompañar para explicar mejor y en el caso de los videojuegos y aplicaciones controlar los tiempos que se destinan a ello.

Juegos clásicos: venta de limonada, cupcakes, galletas, dibujos, manualidades, venta de garaje con ropa, juguetes…

Juegos de mesa modernos:

  • Catan Junior (para más de 6 años) para aprender gestión de recursos: se trata de piratas que pretenden ocupar y dominar terrenos. Cada uno de estos terrenos genera una serie de recursos (ovejas, madera, piñas…) que permiten comprar construcciones y barcos que a su vez permitirán dar puntos al final de la partida.
  • Patchwork (para más de 6 años): ayuda a afianzar conceptos financieros como el tiempo (esfuerzo), los gastos (botones que se usan como monedas), y los ingresos (son los botones que se cobran al llegar a una marca). Dos jugadores tienen que elegir entre tres «retales» en cada turno, con distintas formas, que encajan en una colcha tipo Tetris. Cada retal cuesta botones y un tiempo para coserlo, cuando termina el tiempo (que se mide en casillas en el tablero central), el que haya conseguido más botones y haya dejado menos huecos gana.

Videojuegos y aplicaciones:

Let’s create! Pottery esun videojuego para convertirse en alfarero y crear piezas de cerámica, moldearlas, cocinarlas, pintarlas y decorarlas. Luego se pueden vender en subastas para obtener dinero por ellas, para poder comprar más colores, patrones y materiales para hacer piezas mejores y más valiosas. Ayuda a entender al niño que cuanto más trabaje una pieza, obtendrá más dinero y que si desean comprar más materiales necesita trabajar más y ahorrar dinero.

Este juego se encuentra en plataformas de Android, iOS, Symbian, Nintendo DS y Mac OS.

Homey es una aplicación hogareña que permite establecer tareas domésticas en familia diarias, semanales o mensuales y obtener una remuneración a cambio. Es una forma de motivar a los chicos a terminar las tareas planteadas y sembrar la conciencia de que el dinero se lo tienen que ganar a través de su esfuerzo.

Se encuentra en plataformas de Android, y Apple, https://www.homeyapp.net/

Enseñar sobre finanzas con principios cristianos

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Los cristianos no renegamos de las cosas del mundo sino que hacemos que den gloria a Dios.

Andrzej Rostek – Shutterstock

Hay normas morales generales quelas cumple cualquier persona honrada como, por ejemplo, no robar, cumplir con los deberes fiscales, ser prudente en los gastos, entre otras. Pero los cristianos tenemos un principios más profundos ya que nuestro dinero, talentos y riquezas los ponemos al servicio de Dios.

Algunos principios cristianos que podemos enseñar a nuestros hijos y nosotros dar el ejemplo:

La generosidad se retroalimenta, porque el que siembra con generosidad cosecha con generosidad (aquí o en la vida eterna).

Dar convencidos y con alegría: siempre que queramos dar, hacerlo de corazón, con alegría y no de mala gana. Recordar que solo somos gestores del dinero de Dios.

Si sos generoso, Dios te ayudará: Él nos dará todo lo que necesitamospara sembrar y nos ayudará a cosechar lo sembrado fruto del trabajo, esfuerzo y dedicación.

Aprender a desprenderse de lo material: comprender que hay cosas necesarias y otras no, enseñar a donar, tirar, regalar, o vender aquello que no usamos más, desde ropa, juguetes, muebles, libros de cuento o lo que sea que sabemos tenemos guardado en un rincón sin usar.

Comprar consciente: debemos evitar el consumismo, o comprar impulsivamente cosas innecesarias. Tomarse un momento y primero pensar si eso lo necesitamos realmente. Enseñarles también a los niños que para comprar lo que desean, primero tienen que ganar dinero (puede ser realizando, por ejemplo, pequeños trabajos del hogar de acuerdo a su edad) y así ahorran lo que necesitan.

Además, debemos resaltar algunos valores relacionados con el buen manejo del dinero, que debemos enseñar en el hogar como la honestidad, la humildad, la gratitud y la generosidad.

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