Cuando una estrella de béisbol golpeó el auto de un sacerdote

El ex jardinero de los Pittsburgh Pirates tuvo un pequeño percance que le llevó a un sacerdote muy especial

El párroco Jeffrey Dauses conducía ocupado haciendo algunos mandados cuando pensó que algo se había derrumbado desde el cielo:

«Sentí como si un meteorito hubiera caído sobre mi auto. Me asustó muchísimo y casi me tiro al otro carril», compartió el párroco de la parroquia Immaculate Heart of Mary en Baynesville, Maryland (Estados Unidos), con el Arlington Catholic Herald.

Afortunadamente, no fue tan dramático. Resultó ser una pelota de béisbol que había salido disparada del estadio de la cercana Calvert Hall College High School. Hizo un ruido estruendoso cuando golpeó el espejo retrovisor lateral, y los pedazos volaron hacia el parabrisas del auto del sacerdote. Entonces, comprensiblemente, el p. Dauses se sobresaltó bastante.

No era uno de los estudiantes que había golpeado la pelota fuera del parque, sino una auténtica estrella del beisbol: Troy Stokes Jr. Había pasado por su antigua escuela secundaria para enseñar un poco de bateo a los estudiantes.

Este famoso jugador de béisbol se graduó de la escuela secundaria en 2014, pero está ansioso por compartir su experiencia y habilidades con los estudiantes de la escuela. Entonces, cuando ocurrió el incidente, explicó cómo una pelota de béisbol inocente cayó directamente sobre el auto del sacerdote: «Fue la última pelota que golpeé, y la golpeé bastante bien. La golpeé justo al lado izquierdo, sobre la red».

Stokes, que ahora es agente libre, calculó que la pelota había volado 400 pies, no muy lejos de su récord de 480 pies cuando jugaba en las ligas menores.

Una pelota de regalo

En cuanto al p. Dauses, aunque un poco conmocionado, hizo una pequeña investigación. Salió de su auto y vio la pelota rodando al lado del auto. Se puso en contacto con Calvert Hall, que hizo los arreglos para que Stokes firmara la pelota, y ésta se encuentra ahora en una taza en el escritorio del sacerdote.

Sin embargo, lo que es realmente conmovedor es el mensaje que el profesional de béisbol escribió en la pelota: «¡Perdón por golpear tu espejo!».

Y en un giro separado de los acontecimientos, el día que ocurrió el incidente hubo otra conexión entre los niños de la parroquia del padre Dauses y el colegio:

«Mi auto fue golpeado el día que Calvert Hall estaba enviando las cartas de aceptación a todos esos estudiantes de octavo grado. El mismo día que ellos reciben sus cartas, yo recibo una pelota de béisbol que se estrella contra mi espejo. Fue un poco gracioso».

De hecho, la mitad de los chicos de la parroquia fueron aceptados en Calvert Hall, así que tal vez algún día puedan entrenar con Stokes.

Respecto a sus propias habilidades en el béisbol, el p. Dauses se considera «prácticamente el peor jugador de la historia», ya que jugó en la liga de béisbol de la asociación atlética juvenil del Santuario de la Pequeña Flor. Bromeó: «Jugué en los jardines, tan lejos que ni siquiera Troy Stokes podría haberme golpeado».

Afortunadamente, el daño al automóvil fue mínimo. Pero es bonito ver cómo, al compartir su destreza deportiva con los estudiantes de su antigua escuela, Stokes pudo dar un gran ejemplo a los niños con su disculpa y brindar un poco de felicidad (¡y casi un ataque al corazón!) a un sacerdote mientras realizaba sus mandados.

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