Sobre el cuidado de las familias, la ministra asegura que para su país “es importante que no nos centremos solo en los individuos y sus fines personales, sino también en los intereses de la familia” y explica que “solamente así podemos formar naciones fuertes”.
Además precisa que aproximadamente Hungría gasta un 5% del PIB (Producto Interior Bruto) en apoyo y subvenciones de las familias.
“Es el doble de lo que se destina, de media, en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Apoyamos a las familias mediante muchas medidas: una parte de ellas son subvenciones; otra, servicios”, asegura.
Según explica, el aumento de la natalidad “es el único camino viable para sobrevivir como sociedad. No hay otra alternativa. Si seguimos así, que cada vez somos menos, vamos a tener naciones que, simplemente, desaparecerán. Es una situación donde el problema engloba a todos y hay que ser conscientes de que la clave para atajarlo está en manos de los jóvenes”.
“En Europa son cautos a la hora de tomar decisiones en temas de familias. Es un asunto muy ideologizado en los países europeos, por ello los políticos tienen miedo de ser atacados al decir que la familia es la base de la sociedad”, afirma Novak e insiste en que “en estos temas, no solo las subvenciones económicas son importantes, sino también la forma de ver la vida y la sociedad. Creo que los ciudadanos están a favor de las familias. Pero, mientras los políticos estén alejados de esta idea, los votantes no se sentirán representados por ellos”.
En ese sentido la ministra subraya que “las políticas ‘pro familia’ no son un gasto, sino una inversión en el futuro”, además de una necesidad económica.
“Creo en la fuerza del ejemplo, en la que si las parejas ven a su alrededor que sus amigos no piensan en formar una familia, ellos tampoco lo harán. Y viceversa. Porque si ven que su entorno se llena de niños pequeños, surgirán las ganas de tenerlos”, precisa.
Además asegura que si se realizara un sondeo entre los jóvenes, la gran mayoría “tienen la intención de casarse y tener al menos dos hijos. Por eso es importante motivar a las parejas a que decidan tener hijos antes”.
Novak asegura que existe un miedo generalizado a elegir entre el trabajo y la familia, sin embargo insiste en que “hay que pensar cómo ayudar a las decisiones personales de la gente, cómo garantizar el entorno adecuado para que cada uno tenga una decisión personal y organizar su vida como quiera. Y, sobre todo, es importante comprometerse a largo plazo”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 26 de febrero de 2018
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