En un pronunciamiento publicado este 26 de febrero, el Arzobispo recordó que el 27 de marzo se cumplirán dos años de “la tragedia que sufrimos el año 2017 con el Fenómeno del Niño Costero”, que causó no solo pérdidas materiales o de infraestructura, sino que “tuvo rostros y nombres concretos, historias de sufrimientos de familias y de personas, de compatriotas y conciudadanos”.
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) indicó el 31 de marzo de 2017 que fueron 939,713 el número personas afectadas a nivel nacional, mientras que los damnificados ascendieron a 141,860. Además hubo 101 muerto y más de 205 mil viviendas dañadas.
En el caso de Piura, los afectados fueron 287,336 personas; mientras que los damnificados llegaron a 27,981. El Fenómeno del Niño Costero dejó en esta región ocho muertos y más de 59 mil viviendas dañadas.
“Poco o nada” ha hecho el Estado por la reconstrucción de la región y la ejecución de obras de prevención, denunció Mons. Eguren, dejando a esta parte del norte del Perú en una situación de extrema vulnerabilidad.
“¡No bastan las visitas protocolares de las autoridades sino una acción decidida y eficaz!”, expresó el Prelado, quien advirtió que ante las constantes lluvias que se registran estos días en Piura y Tumbes, “asistimos hoy preocupados a la posibilidad de que se vuelva a producir entre nosotros una desgracia similar”.
El Arzobispo recordó que en varias ocasiones ha hecho este llamado al Gobierno central, como durante la Oración Patriótica del 28 de julio de 2018 por el aniversario de la Independencia del Perú. “La ansiada y ofrecida reconstrucción se siente muy poco y avanza con pies de plomo”, expresó entonces.
En su pronunciamiento, el Prelado invitó a los fieles a “elevar nuestra oración al Señor nuestro Dios” y “apoyarnos en la intercesión de Nuestra Señora de las Mercedes, nuestra ‘Mechita’, aquella a quien Jesús nada le niega”.
Además, los invitó a “vivir en una ‘cultura de la prevención’, entendida como la actitud proactiva (…) para emprender acciones de previsión, independientemente de que exista o no el peligro del desastre inminente”; así como un llamado a “la ’solidaridad cristiana”, en donde todos debemos sentirnos responsables de todos”.
En su texto, Mons. Eguren también resaltó el trabajo que desarrolla Cáritas Piura y Tumbes, que actualmente están realizando un diagnóstico para llevar la ayuda donde se necesite.
Mons. Eguren concluyó su pronunciamiento con un llamado a “los sacerdotes, consagrados, consagradas, agentes pastorales y laicos de nuestra Iglesia arquidiócesis”, a dar “su máximo esfuerzo de cercanía afectiva y efectiva así como su compromiso solidario ahí donde haya necesidad y sufrimiento”.
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