En diálogo con el diario mexicano El Universal, Mons. Cabrera señaló que el objetivo es evitar que los nuevos sacerdotes tengan una “psicología riesgosa”. El Prelado participó en el reciente encuentro del Papa Francisco en el Vaticano con los presidentes de las conferencias episcopales sobre el drama de abusos sexuales por parte del clero.
“Deberán aplicarse diversas pruebas desde que inician hasta que se van a ordenar, para ver si tienen una sicología madura y que no ponga en riesgo” a los menores, dijo.
Se busca, indicó, “formar propositivamente” a los seminaristas, “pero también es establecer algunas medidas que nos permitan cerciorarnos de las aptitudes para el ministerio sacerdotal”.
El también Arzobispo de Monterrey alentó además un “cambio de perspectiva” en los obispos mexicanos, pues ante el drama de los abusos sexuales por parte del clero “no podemos quedarnos indiferentes, necesitamos obligar a que este asunto llegue a la autoridad civil, no podemos llevar nosotros solo un proceso eclesiástico, sino que debemos informar y estar a la disposición de la autoridad civil”.
Hasta ahora, dijo, en los seminarios “se hacían pruebas generales de la personalidad”, para verificar “que no tuvieran un trastorno de personalidad”. Sin embargo, el drama de los abusos sexuales “nos pone en la exigencia de revisar este aspecto”.
Semanas atrás, Mons. Cabrera reveló que en los últimos nueve años 152 sacerdotes han sido retirados del ministerio tras ser encontrados culpables de abusos de menores. Sin embargo, precisó que la información con la que cuenta la CEM aún es limitada, porque cada diócesis es directamente responsable ante las autoridades civiles y ante la Santa Sede.
“En cuanto lleguemos a México vamos a continuar con esta claridad para informarle, con más datos, a la comunidad de lo que está pasando en nuestro país. La Conferencia debe ayudar a las diócesis que no tienen las suficientes posibilidades de atender estos asuntos”, dijo.
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