(ZENIT – 26 febrero 2019).- A la espera de la evaluación definitiva de los hechos, el Cardenal Pell “tiene prohibido ejercer el ejercicio público del ministerio” y, “como norma, el contacto de cualquier forma y la forma con los menores”, ha anunciado Alessandro Gisotti, director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el martes, 26 de febrero de 2019, a las 11:40 horas, en conferencia a los periodistas.
“La Santa Sede se une a lo declarado por el Presidente de la Conferencia Episcopal Australiana al recibir la comunicación de la sentencia de condena en primera instancia contra el Cardenal George Pell”, ha señalado.
“Para garantizar el curso de la justicia, el Santo Padre ha confirmado las medidas de precaución ya ordenadas contra el Cardenal George Pell por el ordinario local al regreso del Cardenal Pell a Australia”.
Una noticia “dolorosa”
Una noticia “dolorosa” que, “somos bien conscientes, ha conmocionado a muchísimas personas, no solo en Australia. Como ya afirmamos en otras ocasiones, reiteramos el mayor respeto a las autoridades judiciales australianas”, ha explicado Gisotti.
En nombre de este respeto, el periodista ha indicado que atienden ahora el resultado del proceso de apelación, recordando que “el Cardenal Pell ha reafirmado su inocencia y tiene el derecho de defenderse hasta el último grado”.
“En espera del fallo final, nos unimos a los obispos australianos a rezar para todas las víctimas de abuso, reafirmando nuestro compromiso de hacer todo lo posible para que la Iglesia sea un hogar seguro para todos, especialmente para los niños y los más vulnerables”, ha asegurado el director de la Oficina de Prensa Vaticana.
Llamado a declarar en Australia
La Oficina de Prensa del Vaticano, informó el 29 de junio de 2018 que regresaba a su país para defenderse ante imputaciones de presuntos abusos ocurridos varias décadas atrás.
El 1 de mayo de 2018, Greg Burke, directo de la Oficina de Prensa Vaticana en ese momento, declaró: “El año pasado, el Santo Padre concedió al cardenal Pell un permiso de ausencia para poder defenderse de las acusaciones. El permiso de ausencia aún está vigente”. El comunicado se emitió en Roma, después de la decisión de la corte de Melbourne de que el Prelado compareciera ante un tribunal.
En ese momento, el tribunal desestimó varios cargos pero todavía lo tenía sometido a juicio. El cardenal rechazó las acusaciones presentadas contra él y se declaró inocente. No se identificó la naturaleza de los supuestos casos.
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