En la entrevista concedida a Televisa, cuya transcripción fue publicada este 28 de mayo por Vatican News, el Papa volvió a rechazar la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México, y no sólo ese muro, sino también el que separa España de Marruecos en las ciudades de Ceuta y Melilla: “Es terrible, con las concertinas”.
Sobre el fenómeno de las migraciones, en México y en otros lugares del mundo, denunció la existencia de un “maltrato económico”. “Cada vez hay menos ricos (…). Menos ricos con la mayoría de la fortuna del mundo. Y cada vez hay más pobres con menos de lo mínimo para vivir”.
Explicó también que el motivo por el que los migrantes suele ser un tema recurrente de sus discursos se debe a que “es una prioridad hoy día en el mundo”.
Asimismo, dijo que “por el momento” no va a viajar a México a pesar de la invitación del presidente Andrés Manuel López Obrador, si bien reconoció que le gustaría volver a ese país porque “es inolvidable”.
También señaló que no se puede pactar con el narcotráfico para erradicar la violencia: “A mí me suena mal. A mí me suena mal… Es como si yo para ayudar a la evangelización de un país, pactara con el diablo… ósea hay pactos que no se pueden hacer”.
En la entrevista, el Papa Francisco también habló sobre la violencia contra las mujeres. Indicó que aunque hoy ocupa puestos importantes, en el imaginario colectivo la mujer “está en segundo lugar”. Advirtió que, de estar en segundo lugar a la esclavitud, hay muy poco; y de la esclavitud al asesinato, hay muy poco.
Sobre los casos de obispos involucrados en escándalos de abusos, el Pontífice reconoció a la periodista que a la mesa del Papa no llega toda la información. “Evidentemente hay que arreglarlo y hago los esfuerzos para arreglar cuando hay esas cosas”, señaló.
El Papa aclaró que la causa por la que no se le informa “no siempre es corrupción, a veces es estilo curial, pero es un estilo que hay que ayudar a corregir”.
Sobre el caso del excardenal y exarzobispo de Washington, Theodore Edgar McCarrick, condenado por abusos sexuales a menores y adultos, y despojado de su condición de sacerdote, el Papa insistió con rotundidad que “de McCarrick yo no sabía nada, obviamente, nada, nada”.
Asimismo, reflexionó sobre la cumbre realizada en febrero sobre la protección de menores. Su impresión fue la de una “comunión eclesial muy grande”. Además, se reafirmó en su conclusión de que tras los casos de abusos está el diablo: “Vemos aquí el espíritu del mal, que incita todo esto. Y digo la verdad, yo no puedo explicarme el problema de la pedofilia, sin ver el espíritu del mal ahí. Soy creyente y Jesús nos enseñó que el diablo es así”.
El Papa Francisco también afirmó su compromiso con la vida y contra el aborto. “El aborto no es un problema religioso en el sentido que porque soy católico no puedo abortar, ¡es un problema humano! Es un problema de eliminar una vida humana. Punto”.
La periodista también le preguntó sobre si había cambiado su forma de pensar desde que era Arzobispo de Buenos Aires hasta ahora que es Papa, y que antes lo consideraban conservador y ahora lo acusan de liberal. Francisco respondió con rotundidad: “Soy conservador”.
En la entrevista Francisco también habló sobre el diálogo interreligioso y el islam. Subrayó que “el islam entró en Europa otra vez, seamos realistas, y además el islam es una realidad que no podemos ignorar”. “Creo que somos hermanos, venimos de Abraham todos y en ese aspecto sigo las líneas del Concilio: tender manos, hebreos, islámicos, tender manos lo más posible”.
“Evidentemente que el islam está herido muy fuertemente por grupos extremistas, por estos grupos intransigentes, fundamentalistas. También nosotros los cristianos tenemos grupos fundamentalistas, pequeños grupos fundamentalistas, que no son guerrilleros obviamente. Pero ahí sí, ayudarlos con la cercanía a que muestren lo mejor que tienen, que no es precisamente la guerrilla”.
En la parte final de la entrevista, el Papa explicó la situación con China. “Con China las relaciones son muy buenas, muy buenas. Con este acuerdo ya...el otro día me visitaron dos obispos chinos, uno que venía de la Iglesia oculta y otro que venía de la Iglesia nacional. Ya reconocidos como hermanos vinieron acá a visitarnos. Es un buen paso ese. Ellos saben que tienen que ser buenos patriotas y cuidar a la grey católica. Después con China hay un intercambio cultural impresionante. Tenemos abierto el Pabellón el Vaticano ahí”.
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