Hermanos gemelos reciben ordenación sacerdotal el mismo día

MADRID, 29 May. 19 (ACI Prensa).- Giacomo y Davide son dos hermanos gemelos de 26 años que el pasado 25 de mayo fueron ordenados sacerdotes a la vez en la Diócesis de Treviso (Italia).

Estos dos hermanos iniciaron su camino vocacional cuando tenían 11 años y se les propuso, junto con otros dos niños de catequesis, formar parte de la pastoral vocacional que se llevaba a cabo en el seminario de Treviso.

El P. Giacomo cuenta que este camino comenzó cuando estaban en 5º de Primaria y subraya que ante esta oportunidad nunca preguntó a su hermano qué haría él, sino que simplemente compartieron “un camino”.

“Ciertamente con 11 años no te preguntas si quieres o no ser sacerdote. Todo comienza un poco como una nueva aventura. Conforme vas creciendo, cada uno ha comenzado su discernimiento, a profundizar en la teología y a la elección de ser sacerdote”, explicó el P. Giacomo a Famiglia Cristiana.

Por eso subrayan que aunque su camino vocacional ha sido paralelo, su discernimiento ha sido “personal, autónomo y libre”.

En todo este tiempo el apoyo de su familia ha sido fundamental, por eso siempre se han visto sostenidos en su decisión y en su fe por su madre Agnese, su padre Giampietro, y sus hermanas mayores Irene y María.

“En estos años nunca nos hemos sentido solos, siempre hemos estado acompañados, sostenidos sobre todo por parte de nuestros padres. Gracias a su primer ‘sí’ y a su testimonio de vida, hemos podido decir nosotros nuestro ‘sí’. Cuando pasamos de la pastoral juvenil al seminario cuando teníamos 15 años”, explica uno de los hermanos.

Durante estos 15 años han tenido que reafirmar su decisión en numerosas ocasiones, desde que comenzaron con 11 a participar de la pastoral vocacional del seminario de Treviso.

Una de estas ocasiones fue cuando Giacomo y Davide terminaron el bachillerato Científico y de Comunicación, respectivamente, e iniciaron los estudios de Teología en el seminario. Y también ahora, al ser ordenado sacerdote, el P. Davide asegura que haber dicho que sí al Señor le ha dado una “gran paz interior”, “como nunca antes había sentido”.  

“Finalmente he dicho de manera definitiva sí al Señor. Se que estoy donde el Señor quiere. Y tengo la suerte de tener a mi hermano a mi lado para compartir la profundidad y la importancia de todo lo que estamos viviendo”, aseguró.