El informe recoge que el número de abortos ha caído en 196.000, un descenso del 19 % desde los 1.058.000 abortos de 2011 a los 862.000 abortos en 2017. La tasa de aborto (el número de abortos por cada 1.000 mujeres de edades entre los 15-44 años) también cayó un 20 %, del 16,9 por mil en 2011 al 13,5 por mil en 2017. En 1973, el año en que el Tribunal Supremo derogó a través de la histórica sentencia del caso Roe contra Wade una ley de Texas que prohibía el aborto, la tasa de aborto era de 16,3 por mil.
Con la publicación del informe, el Instituto Guttmacher advertía de que las restricciones recientes al aborto no serían necesariamente la causa del declive en el número y la tasa de abortos.
“Aunque en muchos Estados parece haber un claro vínculo entre las restricciones al aborto —y en particular las leyes TRAP [las que el Guttmacher denomina “regulaciones dirigidas a proveedores de aborto”]— y el cierre de clínicas, no hay un patrón claro que relacione las restricciones al aborto con los cambios en la tasa de abortos”, establece el informe.
Como prueba de una falta de correlación, el informe señala que incluso en los Estados donde no se aplicaron restricciones adicionales al aborto las tasas de aborto disminuyeron.
Sin embargo, en Estados en los que se han producido reducciones en el número de clínicas abortivas, el informe indica que se produjeron los descensos más acusados de las tasas de aborto de todo el país.
“Cuatro de los Estados más afectados por las consecuencias de las leyes TRAP durante este periodo de tiempo en términos de cierre de clínicas también experimentaron declives en la tasa de abortos que eran mayores que la media nacional del 20 %: Arizona (27 %), Ohio (27 %), Texas (30 %) y Virginia (42 %)”, admite el informe.
El descenso en las tasas y números de abortos ha sido aplaudido y recibido como una victoria entre activistas provida como Clarke Forsythe, consejero sénior del bufete de abogados provida Americans United For Life. No obstante, Forsythe advirtió de que las cifras del estudio de Guttmacher fueron suministradas voluntariamente y que el país necesita un registro más preciso del número de abortos realizados.
“Aunque todos los estadounidenses pueden estar orgullosos del histórico descenso en abortos, es inaudito que, 46 años después de Roe contra Wade, Estados Unidos no tenga un sistema nacional fiable de compilación, análisis e información sobre datos de abortos”, afirmó Forsythe en una declaración.
“Nuestro sistema es disfuncional porque es voluntario suministrar información básica sobre el aborto. Hacemos un llamamiento al Congreso y a la Casa Blanca para que se unan en la autorización a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para que monitoreen los datos sobre abortos en todos los Estados, en especial Estados como California y Maryland, que se han negado a cooperar en el control y la regulación del aborto”, declaró Forsythe.
Publicar un comentario