“Esta mañana el Papa no fue al Letrán para la liturgia penitencial con el clero romano, debido a una ligera indisposición y prefirió permanecer en las cercanías de Santa Marta; los demás compromisos se llevan a cabo regularmente”, confirmó a los periodistas el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Como es tradición luego del inicio de la Cuaresma, el Obispo de Roma, participa todos los años, a una meditación inicial, en la que el vicario de su diócesis, el cardenal Angelo De Donatis, realiza una meditación y los sacerdotes se confiesan; el Papa, en años anteriores, también escuchaba algunas confesiones y concluía la celebración pronunciando un discurso.
Desde que Bergoglio ha subido al Solio de Pedro, en marzo de 2013, esta es la segunda vez que cancela un compromiso con relación a su salud. El 28 de febrero de 2014, el Papa había cambiado de programa y suspendido una visita al Seminario Mayor de Roma por razones similares.
En la audiencia general del miércoles, el Papa se presentó ante los fieles con naturalidad y sin reserva. De hecho, besó niños, estrechó manos y cambio el solideo quien se lo pedía. Lució algo cansado durante la catequesis, pero igual cumplió con su agenda completa y presidió ayer el rito de las cenizas en la Iglesia de Santa Sabina en Roma.
Sin alarmismo, el portavoz vaticano ha dado entender que la salud del Papa no corre peligro y su agenda ha tenido solo algunos cambios. En efecto, esta mañana, el Papa también presidió la misa en la Santa Casa de Marta y poco después recibió en audiencia a los miembros del “Movimiento Católico Global del Clima”(Global Catholic Climate Movement), un organismo que colabora con la Iglesia para una mayor tutela de la casa común, inspirado en los valores de la Laudato sí.
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