Incluye los tratamientos protocolarios para saludar y presentar formalmente a miembros de la jerarquía católica
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Cuando saludas a un sacerdote o a un miembro de una orden religiosa, no siempre es evidente cómo dirigirse a ellos. Dependiendo del rango del individuo, existen formas específicas para dirigirse a ellos que se han transmitido a lo largo de los siglos.
Estos tratamientos no tienen por qué dirigirse a enaltecer a los miembros del clero católico, sino que son formas de expresar respeto y honor a una persona a la que se le ha asignado un papel particular en la misión de la Iglesia. Es una forma de mostrar buenos modales.
Al mismo tiempo, tampoco hay que estresarse demasiado por dirigirnos a los sacerdotes u obispos por sus títulos formales en todas las situaciones.
Hay una historia de un joven que en su Confirmación accidentalmente llamó al obispo «Padre». En lugar de reprenderlo, el obispo le dijo al chico: «No te preocupes, ese es el mejor título que he tenido».
Aquí una galería de imágenes que te guía a través de las diversas formas de dirigirse a los miembros del clero católico y a los religiosos:
Además, el decano de la Sacra Rota Romana y el secretario de la Signatura Apostólica tienen el tratamiento de Excelencia a secas.
A los protonotarios apostólicos supernumerarios, los prelados de honor y los capillanes de Su Santidad se les puede nombrar como «Reverendo Señor».
Y los canónigos de capítulos catedralicios y colegiatas y los beneficiados en general son «Muy Ilustres Señores», con tratamiento de «Señoría Iustrísima», según Sergio Valdivia en un artículo de la la arquidiócesis de Puebla recogido por Voces Católicas.
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