Los obispos informaron que irán acompañados por algunos laicos en representación del polémico proceso sinodal que se realiza actualmente en el país.
La Iglesia Católica en Alemania actualmente está inmersa en el polémico proceso sinodal, que se inició en el Adviento de 2019 y reúne a los obispos y a diversos representantes laicos para debatir varios temas como la ordenación de mujeres, la bendición de parejas homosexuales y divorciados en nueva unión, así como la posibilidad de que los protestantes reciban la Eucaristía.
Al concluir la reunión del consejo permanente del Episcopado en la ciudad de Wuzburgo, se anunció hoy que los obispos alemanes decidieron que Mons. Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal, “aceptaría el ofrecimiento de conversación hecho por el Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Beniamino Stella".
CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI, informó que el Episcopado indicó que Mons. Bätzing “sugerirá a la Congregación que la conversación se realice con la presidencia del proceso sinodal, ya que obispos, sacerdotes, diáconos y laicos son los receptores por igual de la instrucción” del Vaticano.
No se sabe aún cuándo sería ese diálogo en el Vaticano.
El 29 de julio el Cardenal Stella invitó a los obispos alemanes a Roma para discutir las críticas emitidas a la instrucción dedicada a las parroquias y publicada recientemente por el Vaticano.
El Purpurado aseguró que estaría feliz de recibir a los obispos para “eliminar las dudas y la perplejidad”, informó la agencia de noticias católica alemana KNA.
Varios obispos alemanes criticaron duramente el documento “La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia”. Este señala que, según la ley canónica, solo los sacerdotes pueden dirigir el cuidado pastoral de las parroquias.
CNA Deutsch informó que algunos comentaristas vieron la instrucción como una respuesta a los planes de reducir drásticamente el número de parroquias en las diócesis alemanas.
El Vaticano bloqueó recientemente un plan de la Diócesis de Trier para convertir 800 parroquias en 35. Mientras tanto, la Arquidiócesis de Friburgo dijo que seguirá adelante con los planes de reducir sus 1.000 parroquias a solo 40.
En una entrevista el 28 de julio con el periódico italiano La Stampa, el Cardenal Stella dijo que “se debe tener cuidado de no reducir la parroquia al rango de ‘sucursal’ de una ‘compañía’, en este caso, la diócesis, con la consecuencia de que pueda ser ‘dirigido’ por cualquiera, quizás incluso por grupos de ‘funcionarios’ con diferentes habilidades”. El documento provocó una reacción mixta en Alemania. Mientras que el Cardenal Rainer Maria Woelki, Arzobispo de Colonia; y el Obispo de Eichstätt, Mons. Gregor Maria Hanke, expresaron su gratitud por el texto; el Obispo de Osnabrück y vicepresidente del Episcopado, Mons. Franz-Josef Bode, calificó la instrucción como un “fuerte freno a la motivación y apreciación de los servicios de los laicos”.
Mons. Bode dijo que temía que el texto indicara una “conversión a la clericalización” porque enfatizaba el papel del sacerdote en la dirección de las parroquias.
El Cardenal Walter Kasper defendió la intervención del Vaticano, señalando que “la crítica alemana pierde completamente la preocupación real de la instrucción: la conversión pastoral a una base misionera. Pero precisamente esta preocupación básica del Papa Francisco sería muy actual en vista del inquietante número de salidas de la Iglesia recientemente publicado”.
El Purpurado se refirió a las estadísticas publicadas el mes pasado que mostraban que un número récord de católicos abandonaron la Iglesia en Alemania en 2019.
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