“Del mismo modo que visitó recientemente Irak, al igual que visitará otros países del mundo incluso en las difíciles condiciones marcadas por el COVID, Ucrania espera la visita del santo Padre”, sostuvo el líder greco-católico en una reciente entrevista con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
“Recuerdo que recientemente se me acercó una anciana y me dijo: ¿Sabe?, cuando el Santo Padre venga y pise el suelo ucraniano, la guerra se acabar”, dijo.
En las últimas semanas, se ha incrementado la tensión militar en la frontera entre Rusia y el este de Ucrania, donde existe desde hace años un conflicto con las regiones ucranianas separatistas y pro rusas de Donetsk y Lugansk, zona conocida como el Donbass.
El primer ministro ucraniano Denys Shmyhal, durante su visita al Vaticano a fines de marzo, entregó al Papa Francisco una invitación para que visite Ucrania.
Esa visita “fue un claro síntoma de que las relaciones entre el Estado ucraniano y la Santa sede ofrecerán una buena oportunidad para evitar cualquier escalada del conflicto en Ucrania, también para aprender cómo se promueve el diálogo y la reconciliación”, dijo el arzobispo.
Mons. Shevchuk también agradeció a Francisco “por su apoyo constante, por su oración y por su solidaridad con Ucrania y el pueblo ucraniano”.
Respecto a la tensión bélica, Shevchuk cree que no puede haber una solución militar, sino solo diplomática. “Apuesto por el diálogo, porque con el diálogo podemos curar las heridas y la paz puede superar la guerra”, expresó.
“Nuestra mayor preocupación es el peligro de que se produzca un aumento de violencia en la frontera oriental de nuestro país”, confesó.
Recientemente, Rusia ha llegado a concentrar en la frontera hasta 100 mil soldados. Mientras que Moscú dice que se trata de maniobras, los observadores ucranianos e internacionales ven en ello una provocación deliberada, precisó ACN.
Mons. Shevchuk, quien dirige el Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania, volvió a hacer un llamado de alto el fuego en el este de Ucrania durante la Pascua de las iglesias orientales, el 2 de mayo.
“Rezamos para que los alegres cantos litúrgicos prevalezcan sobre el ruido de las armas y los cañones. Rezamos por la paz. Nuestro gran anhelo es que Cristo, como rey de la paz, traiga con su resurrección un alivio de la violencia y del miedo a ser atacados de nuevo”, agregó.
El Arzobispo greco-latino también señaló que la situación ha empeorado desde que inició la pandemia del coronavirus, ya que la población está “aislada y olvidada”, y “no puede conseguir medicinas”.
“Su única salvación son los sacerdotes y las parroquias, es la única forma de obtener apoyo o ayuda. Por eso, decidimos quedarnos con el pueblo. Nuestros sacerdotes están haciendo un trabajo extraordinario allí”, informó.
Inicio del conflicto Rusia-Ucrania
El conflicto inició en noviembre de 2013 después de que una serie de manifestaciones en la capital de Ucrania, Kieve, obligara al entonces presidente Yanukovich, cercano a Rusia, a dimitir y abandonar el país.
Rusia consideró amenazada a la población ruso parlante de Ucrania e intervino anexionándose la península de Crimea en 2014. Al mismo tiempo, en el Donbass, las regiones de Donetsk y Lugansk proclamaron su independencia, apoyadas por Rusia.
De esa manera, dio comienzo un largo y sangriento conflicto que todavía dura hasta hoy con más de 14 mil muertos.
En el año 2015, con la intermediación de Alemania y Francia, Rusia y Ucrania firmaron los Acuerdos de Minsk que permitieron la declaración de un alto el fuego. Sin embargo, ambas partes han violado los acuerdos del alto el fuego y todas las semanas se producen incidentes en la zona en conflicto.
Hace unas semanas, la situación empeoró tras un incidente en el que fallecieron varios militares ucranianos. Rusia inició entonces la concentración de tropas cerca de Ucrania, con casi 100 mil efectivos militares por el momento.
Como respuesta, Ucrania solicitó su ingreso en la OTAN. Rusia contestó advirtiendo que una incorporación de Ucrania a la Alianza Atlántica empeoraría la situación.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, negó que por el momento existiese la posibilidad de que Ucrania ingresase en la OTAN, pero afirmó que la OTAN apoyará a Ucrania si se produce una invasión de su territorio, apoyo que también expresó Estados Unidos.
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