“Me fui al colegio y, cuando volví, no había nadie en casa. Al día siguiente recibimos un telegrama desde Inglaterra. Mamá estaba allí. Y luego, eso fue todo”, confesó Hugh Jackman en el programa australiano 60 Minutes en 2012.
El héroe de «Lobezno» fue abandonado por su madre cuando tenía 8 años. Como sufría depresión, su madre había regresado a su Inglaterra natal con sus dos hijas, dejando atrás a su exmarido y sus tres hijos. Una herida de abandono que el actor ha superado con fuerza y amor.
“Una de las principales cosas que recuerdo es ese sentimiento horrible ligado al hecho de que la gente hable de ti y te mire porque es raro que una madre de se marche”, contó al semanario australiano Australian Women’s Weekly.
Sin perder la esperanza
Los primeros años, el joven Hugh estaba convencido de que su madre regresaría. “Papá tenía el hábito de rezar todas las noches para que mamá volviera”, recuerda el actor en Who magazine. “Yo pensaba que ella iba a volver, sin duda. Y luego su regreso se demoró cada vez más”. No fue hasta los 12-13 años que se dio cuenta de que no volvería.
A pesar de su dolorosa historia, la reciente imagen publicada en Instagram y con el sencillo pie de foto de “Mamá” transmite una gran ternura. Aunque en su momento experimentó ira, Jackman explica también que nunca sintió que su madre lo hubiera dejado de querer.
“He hablado mucho de esto con ella desde entonces y sé que fue duro para ella. Estuvo en el hospital y sufrió depresión posparto. No disponía de una red de apoyo en Australia”.
Comprender los actos de su madre ha sido más fácil, según explica el actor, por el hecho de haber sido padre él mismo. Jackman, padre de dos hijos (Oscar, de 21 años, y Ava de 16), confió a la revista Today que tener hijos “permite acceder a otro nivel de empatía y de comprensión. Llega un momento en la vida en que dejas de culpar a los demás por aquello que sientes o por las desgracias que has atravesado en la vida”.
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