“Es temporada de huracanes y el huracán Ida va hacia nuestros hermanos y hermanas en Luisiana, y pensamos que este sería un día apropiado para salir y pedirle a Dios su bendición ante esta temporada de huracanes, y pedirle a Él y a su Espíritu Santo que disipe la tormenta, preserve la vida y las propiedades y que proteja a todos”, afirmó el Prelado en un video publicado por la Diócesis de Beaumont.
Según informa AFP, muchos han evacuado sus viviendas ante el avance del huracán Ida que debe llegar al sur de Estados Unidos este fin de semana, en un evento que se prevé puede ser “extremadamente peligroso”.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos pronostica una “marejada ciclónica potencialmente mortal” cuando el huracán toque tierra en las costas de Luisiana y Misisipi, advirtiendo de “daños catastróficos por vientos”.
El huracán tocó tierra el viernes por la noche en el oeste de Cuba con categoría 1, con vientos máximos sostenidos cercanos a 128 kilómetros por hora.
En el video compartido por su diócesis, Mons. Toups dijo que “necesitamos paz en nuestros corazones ante la temporada de tormentas” y recordó un episodio en la vida de Santa Clara de Asís cuando los sarracenos invadieron su convento en 1241.
El Prelado recordó que la santa “fue con el Santísimo Sacramento, y dijo ‘Señor, ya no puedo proteger a mis hermanas así que tú tienes que hacerlo’".
"Entonces, en momentos como estos con la temporada de tormentas y ante la pandemia, pedimos una vez más la bendición de Dios en nuestra vida para que no dé su paz, su fuerza y su protección”.
“Bendecimos las aguas que fluyen en el Golfo de México y le pediremos a Dios que nos dé la calma, y luego bendeciré la ciudad de Beaumont, que como sede de nuestra diócesis representa a los 9 condados del sureste de Texas”, explicó.
Mons. Toups dijo además que “rezamos por el fin de la pandemia, por la protección de nuestros hogares, por nuestras familias, nuestras escuelas, nuestras iglesias y nuestros lugares de trabajo”.
“Cuando no sabemos qué más hacer, rezamos. Y seguimos haciéndolo en estos tiempos”, aseguró.
Antes de dar la bendición con el Santísimo, el Obispo de Beaumont recordó que el viernes 27 de agosto se celebró el día de Santa Mónica, quien “rezó por la conversión de su hijo San Agustín".
"Sus oraciones fueron escuchadas y creemos que nuestras oraciones también son escuchadas y que nuestro Dios es más poderoso que todas las cosas y por eso hoy rezamos”.
Para concluir, el Obispo dijo tres veces: “¡Jesús, en ti confiamos!”.
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