En un comunicado, el Arzobispo Metropolitano de Poznan y Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, Mons. Stanislaw Gadecki, pidió que “el domingo 5 de septiembre, en todas las iglesias y capillas de Polonia, durante la oración de los fieles, pidamos a Dios por la paz en Afganistán y recemos por los afganos, y que después de las Santas Misas se organice una colecta en su beneficio”.
El Prelado señaló que “desde hace varias semanas, somos testigos de los dramáticos acontecimientos en Afganistán relacionados con el cambio de gobierno”.
“Muchos miles de afganos están salvando su vida y su salud huyendo del país, en búsqueda de ayuda de la comunidad internacional”, expresó.
Tras el retorno de los talibanes al poder en Afganistán, en medio del retiro de las fuerzas militares de Estados Unidos y sus aliados, la amenaza de múltiples violaciones a los derechos humanos y a la libertad religiosa se cierne nuevamente sobre el país.
Los “talibanes” o “estudiantes del islam” retomaron el poder de Afganistán por las armas el 15 de agosto, tras una ofensiva contra las fuerzas gubernamentales de apenas tres meses.
Tras tomar Kabul, la capital del país, los talibanes lo renombraron como el “Emirato Islámico de Afganistán”.
De acuerdo a la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), alrededor de 18,4 millones de afganos, cerca de la mitad de habitantes del país, requieren ayuda humanitaria en medio de la crisis.
En declaraciones a la prensa el 20 de agosto, un portavoz de ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, aseguró que aplauden “los esfuerzos realizados por varios Estados para proteger a la ciudadanía afgana que está en situación de riesgo mediante programas bilaterales de evacuación”.
“Sin embargo, estos programas bilaterales de evacuación no deben restar importancia o sustituir una respuesta humanitaria internacional urgente y más amplia”, añadió.
La creciente violencia en el país alcanzó uno de sus picos con un atentado suicida al Aeropuerto Internacional de Kabul el 26 de agosto, en medio de los operativos de evacuación que han logrado sacar del país a más de 100 mil personas.
El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) se atribuyó el atentado, que causó la muerte de más de 180 personas, incluyendo 13 miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Polonia ha logrado sacar a 937 afganos del país durante su operación de evacuación.
Mons. Stanislaw Gadecki indicó en su comunicado que “escuchando la voz del Papa Francisco, que ha llamado a todos los hombres de buena voluntad a ‘rezar al Dios de la paz, para que se calle el choque de las armas y se encuentren soluciones en la mesa del diálogo’, hago un llamamiento a los pastores y a los fieles de la Iglesia en Polonia para que recen y ayuden materialmente al sufrido pueblo de Afganistán”.
“Por todo ello, proclamo el domingo 5 de septiembre ‘Jornada de solidaridad con los afganos’”, señaló.
Además, agradeció “a todos los obispos que, durante el Consejo episcopal diocesano celebrado en Jasna Góra el 25 de agosto, apoyaron unánimemente la idea de una colecta nacional con este fin”.
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia anunció que los fondos recaudados en la colecta del 5 de septiembre “se utilizarán para apoyar el trabajo a largo plazo de Cáritas con los inmigrantes y refugiados, tanto en Polonia como en el extranjero”.
“En colaboración con Caritas en Pakistán, el país con el mayor grupo de refugiados de Afganistán, se iniciará una intervención humanitaria de tres meses de asistencia inmediata a unas 1.500 familias”, dijo.
El Prelado destacó además que “en Polonia ya están funcionando los Centros de Migrantes y Refugiados de Cáritas Polonia y las Cáritas diocesanas”.
“Caritas Polonia pondrá en marcha un programa nacional de apoyo a los refugiados en nuestra patria, que abarcará desde la asistencia espiritual, psicológica y social, hasta la asistencia lingüística, jurídica y médica, así como el asesoramiento profesional, el apoyo intercultural y el apoyo a los voluntarios en las parroquias y los medios de comunicación”.
“Agradezco de antemano a todos los fieles su respuesta positiva a mi llamamiento, confiando en que una vez más los polacos mostrarán su noble corazón”, concluyó.
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