Asia News informó que desde inicios del mes de agosto el distrito de Meilisi Daur de la ciudad de Qiqihar, en la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China se encuentra vigente el "Sistema de recompensas por denunciar delitos de actividades religiosas ilegales".
El China Christian Daily informó que quienes denuncien pueden percibir una compensación de hasta mil yuanes (unos 150 dólares).
Este sistema ya se utiliza en otras partes de China, como en el distrito de Boshan, en Shandong, y afecta sobre todo a lo que se denomina iglesias domésticas.
Las denuncias se pueden hacer por teléfono, correo electrónico o carta escrita y pueden ser anónimas.
Según el ranking publicado en el año 2021 elaborado por Open Doors, China ocupa el puesto 17 entre los países del mundo donde los cristianos sufren mayores persecuciones.
Esta no es la primera ley que restringe la libertad religiosa y de culto de los cristianos en China. En febrero de 2021 la Administración Estatal de Asuntos Religiosos lanzó una base de datos con toda la información del personal religioso en el país, que está obligado a “apoyar la dirección del Partido Comunista y defender el sistema socialista”, así como “resistir las actividades religiosas ilegales” y “resistir a la infiltración de fuerzas extranjeras que utilizan la religión”.
En abril de este año, un fiel chino fue multado por brindar hospitalidad al Obispo Shao Zhumin, fiel a la Iglesia católica de Roma y no reconocido por la Iglesia patriótica china.
Según el gobierno chino, esta ley de denuncias pretende "reforzar el control de las actividades religiosas ilegales en el distrito" para evitar "posibles focos de covid-19 como resultado de las reuniones".
Además aseguran que las "actividades ilegales" también tienen como objetivo "garantizar un panorama religioso armonioso y estable".
Asia News precisa que “desde el coronavirus hasta la necesidad de estabilidad, cualquier excusa es buena para atacar la libre práctica del culto, especialmente contra los cristianos”.
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