“Os comunicamos que esta mañana en el Convento carmelita de S. Andrés de Salamanca, ha entregado su vida al Padre, fray Pablo María de la Cruz Alonso Hidalgo”, informó en un comunicado fray Salvador Villota Herrero, prior provincial.
“‘Yo Soy la Resurrección y la Vida’, dice el Señor. Los que han muerto con Cristo, nuestro Amor y nuestra Esperanza, resucitarán con Él”, prosigue el texto.
“Las almas de los fieles difuntos, en especial de nuestro hermano Pablo María de la Cruz, descansen en paz. Encomendadlo en vuestros sufragios y oración. Presentadlo al Señor y a nuestra Stma. Madre del Carmen. Amén”, concluye.
Pablo Alonso Hidalgo había profesado como carmelita el domingo 25 de junio, hace sólo tres semanas. Lo hizo de manera excepcional, in articulo mortis [en peligro de muerte], en la iglesia del Carmen de Abajo de Salamanca, en España.
Unos días antes había sido admitido en el noviciado en una ceremonia que tuvo lugar en la habitación 615 del Hospital Clínico Universitario de Salamanca y que fue presidida por fray Salvador Villota.
También asistieron sus padres, Ricardo y Mari Carmen, el maestro de novicios, P. Alejandro López-Lapuente, y su director espiritual, P. Desiderio García Martínez.
“Es mi deseo consagrarme a Dios y vivir ‘en obsequio de Jesucristo’. Mi enfermedad va rápida. De Dios venimos y a Dios vamos. El Padre en su infinita misericordia me llamará pronto a estar con Él”, explicó entonces el joven religioso.
El sitio web de la Provincia Carmelita de Aragón, Castilla y Valencia, señala que el nombre que eligió como religioso, fray Pablo María de la Cruz, se debió a su deseo de estar “vinculado a nuestra Madre la Virgen María y a Cristo crucificado, porque siente que su única gloria es ‘la cruz de Cristo’”.
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