Cada año, en el mes de enero, millones de fieles participan en la capital de Filipinas en la procesión del Nazareno Negro, una representación de Cristo que llegó al país asiático desde México y es considerada una de las manifestaciones de fe más grandes del continente.
Según informa Associated Press (AP), el “drag queen” Pura Luka Vega se disfrazó de Jesús y cantó una parodia de la oración que Cristo mismo enseñó, en un bar en Manila el pasado 9 de julio.
Lo ocurrido suscitó una investigación por parte de las autoridades locales y un debate en redes sociales en el país con más católicos en Asia; y el tercero del mundo después de Brasil y México.
En declaraciones a medios locales, el P. Jerome Secillano, vocero de la Conferencia Episcopal de Filipinas, señaló: "Los elementos religiosos o sagrados de la religión no se utilizan con fines seculares. Vimos que en el baile, en la algarabía, en la actuación, la gente gritaba y grababa vídeos”.
Lo hecho por el “drag queen”, continuó el sacerdote, “roza la blasfemia e incluso el sacrilegio. Es la oración que enseñó el propio Cristo, por lo que no debe utilizarse a la ligera en el baile o la diversión de la gente. La libertad de expresión no es absoluta”.
El presidente del Senado, Juan Miguel Zubiri, emitió un comunicado en el que pide la investigación de los hechos y precisa que sería una violación del artículo 201 del Código Penal, que señala que comete un delito quien ofende “a cualquier raza o religión con la representación de obras, escenas, actos o espectáculos obscenos o indecentes en teatros, ferias o cualquier otro lugar”.
La senadora Risa Hontiveros expresó, por su parte, que la actuación del “drag queen” es “lamentable”, pero pidió que no se use para negar a la comunidad LGBTQ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer) sus derechos y protecciones.
Pura Luka Vega sostuvo que era una forma personal de expresarse: “Siento que quieren que me disculpe, pero me disculpo si les ha incomodado, pero realmente hice esa actuación como una forma de curar la exclusión que he experimentado como católica, como persona queer, a la que se me ha hecho sentir que no pertenezco".
Mons. Pablo Virgilio David, presidente de la Conferencia Episcopal Filipina (CEF), publicó el 17 de julio una nota en la que animó a los fieles a “responder” y no a “reaccionar”.
“Sin duda, las fuertes reacciones de indignación en los medios sociales son suficientes para indicar que innumerables personas, especialmente devotos católicos y devotos del Señor Nazareno, se han sentido profundamente ofendidos por el infame acto del drag que recientemente ha llamado mucho la atención en los medios sociales”, señaló.
“Pero esto es lo que puedo decir: sí, estamos dolidos, y podemos tener toda la razón para estar ofendidos. Pero recuerda que nos ofendemos sólo por amor a Dios y a nuestra fe. Dejemos que ese amor nos enseñe, no a reaccionar, sino a responder de una manera espiritualmente inteligente”, continuó el también Obispo de Kalookan.
El Prelado filipino reconoció: “Tenemos todo el derecho a reaccionar con vehemencia cuando sentimos que nuestra dignidad es violada por quienes parecen faltar el respeto a lo que consideramos sagrado: nuestros iconos, nuestras oraciones, nuestras devociones”.
Sin embargo, cuestionó, “¿acaso nuestro discipulado cristiano no consiste en aprender a recibir los golpes como lo hizo el propio Nazareno, odiando el pecado pero amando al pecador, sin renunciar nunca a ninguno de nosotros, sufriendo y muriendo por nuestra redención?”.
“Qué difícil es seguir la exhortación de nuestro Señor Nazareno de amar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos hacen daño y rezar por los que nos persiguen. ¿No es pedir demasiado? Probablemente te responderá: ‘Perdona, nunca te prometí un jardín de rosas’”, aseguró.
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