CUMBRE VATICANA SOBRE ABUSOS CONTRA MENORES POR
PARTE DE ALGUNOS CLERIGOS. Se
sigue ignorando la causa profunda del problema.
Por Carlos Alvarez Cozzi
Luego de una atenta
lectura del informe final producido por la Cumbre vaticana entre Francisco y
los presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo se podrá
coincidir con parte o con todo el diagnóstico y con las buenas intenciones de
los prelados de terminar con estos abusos y con la tolerancia cero.
Ahora bien, es sabido
que no sólo en medicina para poder tener una buena terapia hay que hacer un
diagnóstico preciso y competo. De lo contrario no sobrevendrá la cura!
Y aquí radica el
problema. En el informe final que Francisco hace de la Cumbre se habla de
sinodalidad, de abuso de poder, de clericalismo....pero no hay una sola frase
que aluda al real motivo por el cual un ministro consagrado puede sentirse
atraído de abusar de un varón menor de edad (que son más del 80 por ciento de
los casos). Y esa razón es la extensión de la homosexualidad y la existencia incluso de lobbys gays dentro del
clero católico!.
Por qué algunos obispos
admiten a los seminarios a candidatos que son homosexuales, porque aunque vivan
la castidad, el riesgo de que tengan caídas es mucho mayor que en el caso de
los varones heterosexuales candidatos al sacerdocio. Nos tememos que la
respuesta es una sola: la secularización y el relajamiento de la disciplina
sacerdotal, de la que participan esos mismos obispos, los lleva a actuar como
lo hacen! Y a mirar para otro lado cuando se registran abusos. Cambiando al
ministro simplemente de parroquia, con lo cual el mal se sigue diseminando
libremente!
Una encuesta reciente de
la Conferencia Episcopal Alemana muestra que la mitad de los sacerdotes admite no
rezar ni confesarse. Que se puede esperar con estos hechos!!!.
Casi todos los asistentes
a la Cumbre, afirma Gabriel Ariza, son conscientes de que la génesis del mal de
los abusos radica, en gran medida, en la entrada masiva de homosexuales a los
seminarios (las víctimas son, en un 80%, varones menores de 18 años). Pero son
pocos los que se atreven a decirlo. Y los que se atreven a decirlo son
ignorados y, eventualmente, reprendidos.
La nota que dirigieron a
los integrantes de la Cumbre los cardenales Burke y Brandmuller fue
olímpicamente ignorada. Y en ella se expresaban estas reales causas del
problema: la secularización, la falta de espiritualidad y ascesis en los
seminarios y la tolerancia con el ingreso de candidatos al sacerdocio que son
homosexuales.
Hace ya años que
Benedicto XVI había aprobado un Protocolo de actuación para estos casos y de qué
ha servido? Mientras no se erradiquen las causas verdaderas del problema no
habrá tolerancia cero que valga. Mientras tanto seguirá el descrédito del clero,
pagando justos por pecadores, habrá menos espiritualidad y confianza de los
laicos para con sus pastores, se seguirán reduciendo los ingresos por colectas,
y concomitantemente aumentando las indemnizaciones que las Diócesis deberán
pagar a las víctimas de los abusos por parte del personal clerical o religioso
infiel y abusador.
El panorama reclama la
asistencia del Espíritu Santo y la confianza en que las Puertas del Infierno no
prevalecerán contra la Iglesia, como prometió Jesucristo porque poco cabe
esperar de las decisiones de la Jerarquía cuando ésta no quiere reconocer la
raíz del problema!
Publicar un comentario