El pasado 3 de abril, este país profundamente mariano -y con alto porcentaje de católicos entre su población- ha decidido ponerse en manos de su patrona, la Virgen, a través de una emotiva consagración para pedirle protección en tiempos de coronavirus.
La celebración se realizó, precisamente, en esta basílica, que por estas semanas luce sin el colorido habitual que ofrecen los devotos.
Pero recién este 1 de mayo la Conferencia Episcopal de Paraguay publicó una carta –con fecha 16 de abril- en la que se expone el agradecimiento del papa Francisco por aquel noble gesto.
“El Papa Francisco, a través de la Secretaría de Estado del Vaticano, agradece a los Obispos paraguayos por la Consagración a la Virgen de los Milagros de Caacupé ‘Asimismo pide que recen y hagan rezar por él y por los frutos de su servicio al santo Pueblo fiel de Dios; al mismo tiempo que, invocando la protección maternal de Nuestra Señora de Caacupé, les imparte la Bendición Apostólica, que hace extensiva a cuantos están confiados a sus cuidados pastorales’”, dice el mensaje publicado por la Conferencia Episcopal Paraguaya.
La carta fue entregada a través de la Nunciatura Apostólica de Paraguay al titular de la Conferencia Episcopal Paraguaya, monseñor Adalberto Martínez, obispo de Villarrica.
De esta manera, una vez más Paraguay está presente en el corazón del papa Francisco, quien en 2015 durante su visita apostólica a aquel país celebró una misa masiva frente al santuario de la Virgen de Caacupé.
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