El papa Francisco en Asís para la Economía de Francisco. A los jóvenes: "¡Hagan ruido!" y les da tres consejos extraídos de la vida de San Francisco de Asís para una economía al servicio de la vida
«No hay que amar la miseria, más bien hay que combatirla, en primer lugar creando trabajo, un trabajo digno». El Papa hizo un llamamiento a los jóvenes para transformar «una economía que mata en una economía de vida». Después de tres años de espera y de trabajo, Francisco firmó hoy en Asís un «pacto» con los jóvenes de «La Economía de Francisco».
El escenario ha sido el teatro Lyrivk, donde habló a los chicos y chicas, procedentes de 100 países diferentes, que se han reunido en Asís para diseñar una nueva economía mundial.
Al comentar los primeros testimonios de los jóvenes, el Papa, con una broma, les pidió que se hicieran oír siempre: «¡Si no tienen nada que decir, al menos hagan ruido!», dijo el Papa sonriendo.
La mujer embarazada y el trabajo
El Papa volvió a hablar del invierno demográfico en Europa en general y subrayó, a este respecto, que existe «la esclavitud de la mujer: una mujer que no puede ser madre porque, en cuanto empieza a notarse el vientre que crece, la echan» del trabajo. «Las mujeres embarazadas no las hacen trabajar».
Al mismo tiempo, indicó que es más fácil tener una «relación afectiva» con los perritos y los gatitos.
El líder de la Iglesia Católica insistió en la importancia de elegir modelos de transformación ecológica que «reduzcan la miseria y la desigualdad».
Es el momento de un nuevo arrojo para abandonar las fuentes de energía fósiles, para acelerar el desarrollo de fuentes de impacto cero o positivo.
Artesanos y constructores de la casa común
«Nuestra generación les ha heredado muchas riquezas, pero no hemos sabido cuidar el planeta y no estamos cuidando la paz». «Ustedes están llamados -dijo el Papa- a convertirse en artesanos y constructores de la casa común, una Casa Común que «está cayendo en la ruina». Una nueva economía, inspirada en Francisco de Asís, puede y debe ser hoy una economía respetuosa con la tierra y una economía de paz. Se trata de transformar una economía que mata en una economía de la vida, en todas sus dimensiones».
El consumismo actual busca llenar el vacío de las relaciones humanas con bienes cada vez más sofisticados: ¡la soledad es un gran negocio en nuestra época! -, pero de esta manera se genera un hambre de felicidad.
Sin trabajo, los jóvenes no se convierten en adultos
El Papa pide que el trabajo vuelva al centro de la economía: «No se olviden del trabajo, no se olviden de los trabajadores». «El trabajo es ya el reto de nuestro tiempo, y lo será aún más el de mañana. Sin un trabajo digno y bien remunerado, los jóvenes no se convierten realmente en adultos, las desigualdades aumentan. A veces se puede sobrevivir sin trabajo, pero no se vive bien. Por lo tanto, mientras crean bienes y servicios, no se olviden de crear trabajo, buen trabajo, trabajo para todos», dijo al intervenir en Asís en el evento «Economía de Francisco».
Crear riqueza sin despreciar la pobreza. Nuestro capitalismo, en cambio, quiere ayudar a los pobres, pero no los estima, no entiende la paradójica bienaventuranza: ‘bienaventurados los pobres’ (cf. Lc 6,20).
A continuación, el Papa ha propuesto tres consejos extraídos de la vida de San Francisco de Asís a los jóvenes del mundo:
Photo by Tiziana FABI / AFP
1«Mirar el mundo con los ojos de los pobres»
«Mientras nuestro sistema produzca residuos y mientras funcionemos según este sistema, seremos cómplices de una economía que mata», insistió. Pidió que los rechazados por la sociedad sean el motor del cambio en la economía, porque «sin valorar a los pobres, no se lucha contra la pobreza».
2«No se olviden del trabajo, no se olviden de los trabajadores»
El Papa invitó a los jóvenes que «creen trabajo, buen trabajo, trabajo para todos». El pontífice destacó la reflexión de los participantes sobre el desarrollo de un «paradigma vegetal» de la economía, considerando que la economía actual tiene mucho que ganar si aprende de «la delicadeza de las plantas».
3«La realidad siempre es superior a la idea»
Francisco exhortó a los jóvenes universitarios, empresarios y activistas presentes que encarnen su lucha porque «la realidad siempre es superior a la idea». «Cambiarán el mundo económico si, además de su corazón y su cabeza, utilizan también sus manos», insistió, advirtiendo contra la «tentación gnóstica». Advirtió en particular del «estado gaseoso» de las finanzas en el mundo actual.
El pacto firmado por el Papa y los jóvenes en Asís
Nosotros, jóvenes economistas, emprendedores, creadores de cambio,
llamados aquí a Asís desde todo el mundo,
consciente de la responsabilidad que recae sobre nuestra generación,
nos comprometemos ahora, individualmente y todos juntos,
a gastar nuestras vidas para que la economía de hoy y de mañana se convierta en una Economía del Evangelio. Por lo tanto:
una economía de paz y no de guerra,
una economía que contrarreste la proliferación de armas, especialmente las más destructivas,
una economía que cuide la creación y no la saquee,
una economía al servicio de la persona, de la familia y de la vida, respetuosa con cada mujer, hombre, niño, anciano y especialmente con los más frágiles y vulnerables,
una economía en la que el cuidado sustituye al descarte y la indiferencia,
una economía que no deje a nadie atrás, para construir una sociedad donde las piedras desechadas por la mentalidad dominante se conviertan en piedras angulares,
una economía que reconozca y proteja el trabajo decente y seguro para todos, especialmente para las mujeres,
una economía en la que las finanzas sean amigas y aliadas de la economía real y el trabajo y no contra ellas,
una economía que sepa valorar y preservar las culturas y tradiciones de los pueblos, todas las especies vivas y los recursos naturales de la Tierra,
una economía que combata la miseria en todas sus formas, que reduzca las desigualdades y que sepa decir, con Jesús y con Francisco, «bienaventurados los pobres»,
una economía guiada por la ética de la persona y abierta a la trascendencia,
una economía que cree riqueza para todos, que genere alegría y no sólo bienestar porque una felicidad no compartida es demasiado poca.
Creemos en esta economía. No es una utopía, porque ya la estamos construyendo. Y algunos de nosotros, en mañanas especialmente brillantes, ya hemos vislumbrado el comienzo de la tierra prometida.
Asís, 24 de septiembre de 2022
Las economistas, los economistas, los empresarios, las emprendedoras, los y las creadores de cambios, los estudiantes, los y las trabajadoras.
La oración del Papa por los jóvenes economistas
El Obispo de Roma concluyó su discurso a los chicos y chicas economistas, empresarios y empresarias que se han encontrado hoy en Asís rezando una oración para invocar la bendición del Señor sobre ellos y sus proyectos:
Bendícelos en sus empresas, en sus estudios, en sus sueños; acompáñalos en sus dificultades y en sus sufrimientos, ayúdalos a transformarlos en virtud y sabiduría. Sostén sus deseos de bien y de vida, sostenlos en sus decepciones frente a los malos ejemplos, haz que no se desanimen y continúen en el camino. Tú, cuyo Hijo unigénito se hizo carpintero, dónales la alegría de transformar el mundo con el amor, con el ingenio y con las manos. Amén.
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