El Santo Padre agradeció su reciente viaje a Kazajistán, del que hablará en la próxima audiencia general del miércoles; y expresó su dolor por los recientes combates entre Azerbaiyán y Armenia.
“Expreso mi cercanía espiritual a las familias de las víctimas y exhorto a las partes a respetar el alto al fuego, en vistas a un acuerdo de paz. No olvidemos que la paz es posible cuando se deponen las armas y se reinicia el diálogo”.
En esta última semana, al menos 135 militares armenios y 71 de Azerbaiyán han muerto durante los enfrentamientos, en la disputa por la región de Nagorno Karabaj.
La región está poblada mayoritariamente por cristianos ortodoxos, mientras que Azerbaiyán es un país musulmán.
Los anteriores enfrentamientos se dieron en 2020, y ahora la nación islámica habría aprovechado la debilidad de Rusia en Ucrania, que intervino la vez anterior, para volver a atacar.
El Santo Padre también dijo que “seguimos rezando por el martirizado pueblo ucraniano y por la paz en toda tierra ensangrentada por la guerra”.
El Papa Francisco también aseguró su “oración por los pueblos de Marche, golpeados por una violenta inundación. Reza por los fallecidos y por sus familiares, por los heridos y por quienes han sufrido graves daños. ¡Que el Señor dé fuerza a esas comunidades!”.
Las lluvias torrenciales en los últimos días en la región de Marche, en el centro de Italia, cobraron la vida de al menos 10 personas y dejaron comunidades enteras sumergidas bajo el agua.
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