El exorcista también fue el encargado de llevar en helicóptero al P. Pío una imagen de la Virgen de Fátima antes de su muerte. Así lo atestigua a ACI Prensa Paloma Pía Gasset, autora de “Testigos directos del Padre Pío” (ED. Custodian Books).
La autora recopila en este volumen que se acaba de publicar en España una serie de entrevistas realizadas desde hace años con personas que trataron muy directamente con el santo capuchino.
Entre ellos se encuentran sor Consolata di Santo, la primera religiosa que llevó al Padre Pío a su hospital Casa Alivio del Sufrimiento y testigo clave de su proceso de canonización, o el fotógrafo personal del franciscano Elia Stelutto.
También desfilan por las páginas de “Testigos directos del Padre Pío” Gemma di Giorgi, una niña que nació sin pupilas y cuya ceguera fue sanada gracias a la intervención del santo o Paolo Covino, sacerdote que administró la unción de enfermos al santo de los estigmas.
Sobre él la autora recuerda que la primera vez que le vio le advirtieron de que se parecía mucho al santo: “Era clavado al Padre Pío de mayor”, rememora.
Cada uno de ellos destaca un aspecto del santo: “algunos destacan el humor; otros su humildad o su caridad; también la aceptación de sus sufrimientos para salvar almas o cómo era capaz de dedicar tantas horas a la confesión”.
El Obispo de San Giovanni Rotondo, Mons. Franco Moscone, ha dicho de esta recopilación de entrevistas: “Un libro imprescindible para conocer al Padre Pío a través de los testigos de su espiritualidad”.
Una hija espiritual de San Pío de PietrelcinaPaloma Pía Fernández Gasset es el nombre completo de la autora, hija espiritual del Padre Pío. Está casada con José María Zavala, periodista y escritor autor del bestseller internacional “Padre Pío. Los milagros desconocidos del santo de los estigmas”.
En el año 2009, ambos experimentaron un proceso de conversión que cambió radicalmente sus vidas. El 2 de octubre de 2010, Paloma recibió el sacramento de la Confirmación adoptando como segundo nombre el de Pía, en honor al santo capuchino. El padrino de la ceremonia fue, precisamente, su marido.
El libro nace de esta experiencia de conversión vinculada al Padre Pío y de una promesa hecha cuando la autora contrajo el COVID. “Lo había pasado muy mal y el día de mi cumpleaños prometí ayudarle en lo que pudiera. Me sentía en deuda con él”, explica a ACI Prensa.
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