La palabra en Aleteia del párroco que tuvo que sufrir, junto a la comunidad, el incendio a manos de desconocidos de una imagen de la Virgen del Carmen en una gruta
El lunes 10 de octubre, el padre Miguel Ángel Collazos cumplía un mes como párroco de San Miguel Arcángel, en el municipio de Corinto, al occidente de Colombia. Ese mismo día ocurrió un hecho que hoy repudia la comunidad católica: desconocidos incendiaron la imagen de la Virgen del Carmen en una gruta a orillas de una carretera.
Corinto es un pueblo muy católico, de una fe que se transmite en las familias, y muy devoto de su patrono San Miguel Arcángel y de la Virgen del Carmen. Por esa razón, este nuevo hecho hostil contra la Iglesia católica, el incendio provocado en una pequeña capilla en honor a la Virgen, les genera tristeza y dolor.
«De las cenizas resurgirá un lugar de peregrinación aún más lindo. Nos han destruido una imagen, pero nuestra fe está intacta, pura y fortalecida». Así se pronunció el padre Miguel Ángel a través de Aleteia y anunció que en los próximos días se realizará una manifestación pacífica, porque es muy doloroso ver vulnerado un lugar de culto.
Por la forma como encontraron el lugar, se confirma que fue un incendio planeado, porque violentaron las dos rejas en acero que protegían la imagen, además de destruir los floreros y encender una fogata para quemar a la Virgen del Carmen. Inmediatamente, la Alcaldía del municipio emitió un comunicado de rechazo y las autoridades empezaron a investigar el hecho.
«Somos los primeros en perdonar»
El párroco nos contó que al llegar se encontró con un pueblo muy católico, que vive la fe y vibra con las celebraciones eucarísticas, como expresión de su misma cultura: “Es una zona al norte del departamento del Cauca, donde hay mucha población afrodescendiente y ellos son muy festivos. Además, acostumbran a ir a las misas las familias juntas y los padres reciben a la comunión acompañados de sus hijos pequeños, quienes piden la bendición de sacerdote”.
Anteriormente había ocurrido un hecho similar en la misma capilla, en esa ocasión decapitaron la imagen de la Virgen. Sin embargo, el padre Miguel Ángel, asegura que, como Iglesia, “no vamos a condenar ni enjuiciar, somos los primeros en perdonar a quienes lo hayan hecho. Sabemos que fueron personas con ideologías ajenas a nuestro camino de fe”.
La Virgen del Carmen tiene miles de devotos en la zona y precisamente se levantó hace más de 15 años la gruta en ese lugar, a orillas de la carretera, para que estuviera cerca a los conductores, de quienes es patrona. Dentro del fervor religioso se acostumbra a hacer grandes caravanas y celebraciones cada 16 de julio, día que en la iglesia se recuerda esta advocación mariana.
Y como un saludo durante sus travesías, los conductores de camiones acostumbran a pitar alegremente al pasar junto a la gruta, en la cual volverán a entronizar la imagen de su virgen, para que continúen las peregrinaciones y la devoción de un pueblo.
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