A primera vista, uno puede pensar que se trata de un libro para niños, debido principalmente a sus animadas y coloridas ilustraciones. Sin embargo, según explica el autor a ACI Prensa, es un libro “atrevido” que pretende llegar a todos.
“Poner imágenes de niños en un libro para adultos parece una contradicción, pero no es así. Hoy es más necesario que nunca regresar o tratar de comprender las cosas esenciales. Nadie nos educa sobre esto”, señala el P. Reyes.
Para el sacerdote, la Misa es “la oración por excelencia de la Iglesia” y este libro, que se puede adquirir en español a través de Amazon, enseña el verdadero significado de cada palabra y gesto que en ella se realiza.
Advierte que hoy en día “existe el riesgo de perderse si solo hay conceptos”. “La Liturgia —prosigue— es un lenguaje y lo fundamental es comprender el verdadero significado de las palabras”.
“El Concilio Vaticano II habla de la renovación de la Liturgia, pero eso no pasa tanto a través del cambio de la forma, sino del cambio en la formación de la persona”, destaca.
Según el P. Ricardo, “sólo la formación puede ayudarnos a vivir verdaderamente la celebración”.
El autor asegura que “muchas veces somos muy básicos en esto” y por ello “necesitamos una formación que sea atractiva”.
Debido a esta razón el libro presenta un formato de preguntas y respuestas “que responden a las preguntas que en teoría hace un joven a un mono o macaco”.
Este curioso “protagonista” del libro se debe a que “en los grupos de jóvenes scouts con los que colaboro, se suele poner un nombre de animal a cada miembro, y mi nombre es ‘macaco arrollador’, por esto utilicé la imagen del mono que explica significado de cada fórmula y gesto de la Misa”.
La inspiración para escribir este libro, según cuenta en el prólogo, la encontró durante el tiempo que convivió con jóvenes con problemas de adicción.
Estos jóvenes, explica, “tenían preguntas existenciales, vivían el sufrimiento de la adicción y yo convivía con ellos como uno más, de hecho al principio no sabían ni que era cura”.
“Viví con ellos 6 meses, fue un tiempo muy enriquecedor. En esos chicos vi a Jesucristo, son los más abandonados, acusados, los que más están solos. Es fácil acusar y señalar, pero viven sufrimientos familiares terribles”.
El P. Reyes señaló que fue haciendo “las cosas humildes con ellos” donde se encontró a sí mismo: “Este fue el punto de encuentro, ya que la verdadera llamada es darse, donarse, dar la vida, que es lo que se celebra en la Misa. La vida en la comunidad me enseñó la necesidad de donarme, y eso es la Eucaristía, el darse de Cristo que nos permite donarnos a uno mismo”.
“Si he luchado en mis dudas ha sido por amor a la Eucaristía, por temor a perder lo que yo vivo en la Eucaristía. La Eucaristía es lo que más amo y este libro es un resumen de experiencia de conocimiento y experiencia de fe”, señala.
Además, destaca que la Eucaristía “es un movimiento continuo que nos lleva a reconocer nuestras pobrezas y donde experimentamos que Él sí que pudo”.
“Yo no puedo amar a alguien que me hace daño, pero ahí es cuando experimento que Cristo no vino a quitarnos la cruz, sino a vivir ese evento con una luz nueva. Esa luz es la Eucaristia, la capacidad que tiene Dios de llevarnos hasta sus brazos”.
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