Zamboanga (Agencia Fides) – “El poder transformador del amor de Dios y el amor al prójimo, por el bien común”: este es el tema central de la Semana Mundial de la Armonía Intereligiosa (World Interfaith Harmony Week) que se celebra en Mindanao, en el sur de Filipinas, con una serie de iniciativas, encuentros interreligiosos, conferencias y oraciones en diferentes ciudades. “Centrar la atención en el amor a Dios y al prójimo es de hecho un tema precioso y oportuno debido al conflicto en curso en Mindanao y en Filipinas”, señala en una entrevista con la Agencia Fides P. Sebastiano D'Ambra, PIME, misionero PIME en la ciudad de Zamboanga, entre los organizadores de la Semana.
“El conflicto local se ha expandido debido a la influencia de las ideologías escondidas detrás de la fe islámica. El asedio de Marawi es un claro ejemplo de esta violencia que sucede especialmente en Mindanao”, declara a Fides el padre D'Ambra, y explica: “El tema de la paz hoy en día no puede resolverse sólo con una ley como la Ley Básica Bangsamoro (BBL), a pesar de ser importante. El tema de la paz en Mindanao se encuentra ahora sobre todo en manos de los líderes religiosos musulmanes y otros líderes que deben tener el coraje de afrontar las ideologías para el bien común de todos nosotros. Les instamos a actuar con valentía, sin compromisos”.
La Semana por la armonía interreligiosa que comenzó en el 2010 por iniciativa de la ONU se celebra desde 2012 en la ciudad de Zamboanga, y es “una gran oportunidad para enfrentar juntos, cristianos y musulmanes, las amenazas globales en la región de Mindanao”, expresa el misionero. Hoy más que nunca, agrega “tenemos que pensar globalmente y actuar localmente”. Con esta semana, afirma el sacerdote D'Ambra: “reafirmamos nuestra comprensión del espíritu del amor presente en todas las religiones y que es el elemento común de paz existente en todas las culturas y religiones”.
El diálogo interreligioso -observa- es hoy una prioridad para todos, pero “no se basa en la estrategia, sino en el respeto y el amor. Debe ser un diálogo sostenido por el elemento espiritual del amor hacia el prójimo”. Este es el verdadero diálogo, construido en el diálogo con Dios, consigo mismo, con los demás y con la creación”. “Siguiendo este camino - concluye el padre Sebastiano- podemos esperar construir una cultura de diálogo y un camino hacia la paz auténtica en nuestra sociedad, en vistas del bien común". (SD-PA) (Agencia Fides 2/2/2018)
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