En México, por ejemplo, la Virgen de Guadalupe se ha “aparecido” y ha dejado su imagen en árboles, en paredes, en trozos de bardas derruidas, en el interior de casas, etcétera.
Casi siempre se descubre, tarde o temprano, el ardid. Y, lo peor, es que muchos lucran con ello. No siempre, pero demasiadas veces como para ignorarlo.
Una invención
Ahora toca a la diócesis texana de Fort Worth, vecina a la diócesis de Dallas, donde el obispo Michael F. Olson, mediante una misiva, ha hecho del conocimiento de los católicos que las “apariciones, mensajes y milagros” recientes de María, esgrimidas por un grupo de personas, “son, de hecho, una invención”.
El obispo Olson dijo que la diócesis recibió y recabó “pruebas irrefutables” que demuestran que las apariciones y mensajes marianos de la Iglesia de San Marcos en Argyle, no son ciertas.
Las supuestas apariciones, bajo el título “Rosa Mística-Nuestra Señora de Argyle” fueron desmentidas luego que funcionarios diocesanos examinaron imágenes de cámaras de seguridad que muestran al presunto visionario “arrojando subrepticiamente una rosa en el piso de una habitación”.
Esta persona había declarado que la rosa era un “regalo milagroso de la Virgen María”.
Una trama bien urdida
El video de desmentido fue dado por Loreto House, un centro de asistencia pro-vida en la ciudad de Denton, donde el supuesto visionario y otros que forman parte de un ministerio.
Él argumentaba que había asistido a la adoración eucarística el 27 de julio y afirmó que él y sus compañeros habían experimentado “otra aparición”.
A petición del obispo Olson, una mujer y el hombre de las visiones, habían sido citados para aclarar dudas al respecto, pero la mujer canceló, diciendo que estaría “disponible en el futuro” y solo con la asistencia de un abogado canónico.
Lamentable escándalo
En su carta a los fieles de Fort-Worth, Olson dijo que lamenta cualquier escándalo que estas falsas afirmaciones de hayan causado a los feligreses de la Iglesia Católica de San Marcos, dentro de la Diócesis de Fort Worth, y más allá.
Pidió a los católicos locales que “oren por la curación y la conversión de todos los involucrados en estos asuntos que ha provocado la discordia y la desunión donde debería haber paz y comunión”.
Más adelante, el prelado estadounidense instó a los sacerdotes diocesanos a estar “especialmente conscientes de cualquiera que busque orientación debido a este escándalo y para proporcionar asesoramiento espiritual compasivo”.
Con información de CNS
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