Este lunes 2 de agosto se reunirán nuevamente desde las 6:45 a.m. (hora local) en el gimnasio de la escuela para ver competir en las semifinales a McLaughlin, quien hace poco más de un mes estableció un nuevo récord para la carrera de 400 metros con vallas.
What an awesome and amazing night at UC tonight as so many members of our great community came out to watch UC legend Sydney McLaughlin compete in the opening round of the Olympics.
Here’s a video shot during her race -@SPH1600 @DrReaganUC @Ksp1600 @ndkandrews @UCinfodirector pic.twitter.com/yNbspGCHv0
Sydney Michelle McLaughlin tiene 21 años. Mientras competía en las Pruebas Olímpicas de Estados Unidos, que definirían los deportistas que participarían en Tokio 2020, la joven rompió el récord femenino previo de carrera de 400 metros con vallas.
A huge gathering of members of the Union Catholic community came out tonight to watch UC legend Sydney McLaughlin hurdle her way into the semifinals in the 400 hurdles at the Olympics.
Read all about it and check out the details of another viewing partyhttps://t.co/rQgPTs223R pic.twitter.com/pKFx4v4hHt
El récord anterior, establecido por la también estadounidense Dalilah Muhammad en 2019 era de 52.16 segundos. El nuevo récord, logrado por McLaughlin el 27 de junio de este año, es de 51.90 segundos.
Entrevistada por la cadena NBC tras obtener la victoria en la competencia y lograr el nuevo récord, lo primero que dijo Sydney McLaughlin fue “toda la gloria para Dios”.
“Mientras siga con el trabajo duro, Él va a llevarme. Y realmente no puedo hacer nada más que darle gloria a Él en este punto”, añadió.
McLaughlin terminó la secundaria en Union Catholic en 2017.
En declaraciones a NJ.com, la Hermana Percylee Hart, directora de la secundaria Union Catholic, destacó que estos encuentros para ver correr a la joven “significan tanto para mí a causa de la pandemia. Fuimos capaces de reunirnos, y todo es debido a Sydney”.
“Ella sabe de esto también”, dijo.
“Yo le digo a cada estudiante que hagan crecer sus dones y talentos y se conviertan en lo que Dios quiere que sean”, añadió.
Sydney McLaughlin, continuó, “es un modelo de eso. Tengo estudiantes ahora que quieren emular a Sydney, y por eso digo ‘gracias, Sydney’”.
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