Así lo dijo el Santo Padre este domingo 16 de enero ante numerosos fieles reunidos en la plaza San Pedro del Vaticano para el rezo del Ángelus.
“Expreso mi cercanía a las personas afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones en diferentes regiones de Brasil en las últimas semanas. Rezo en particular por las víctimas y sus familias, y por los que han perdido sus hogares”, afirmó el Papa.
Además, el Santo Padre rezó para “que Dios apoye los esfuerzos de los que están llevando ayuda”.
Las fuertes lluvias e inundaciones a las que se refirió el Papa están afectando diferentes partes de Brasil aproximadamente hace tres semanas.
La región minera del estado de Minas Gerais, en el sureste de Brasil, ha sido anegada por lluvias constantes que ha causado que varias ciudades estén completamente incomunicadas por las inundaciones.
Desde el pasado 13 de enero la Agencia Nacional de Minería está vigilando 42 presas por temor a que puedan reventar.
Asimismo, según ha informado prensa internacional, miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
Entre los afectados se encuentra también la comunidad indígena Pataxo-Hahahae, que fue gravemente afectada en enero de 2019 por el desastre de la mina en la localidad de Brumadinho.
En aquella ocasión, una represa de residuos minerales de la compañía Vale, la mayor productora mundial de hierro, colapsó y causó la muerte de más de 270 personas y destruyó los territorios de la tribu Pataxo-Hahahae debido a la contaminación del río.
Un año después, el Santo Padre envió un video mensaje con ocasión del primer aniversario de esta tragedia que afectó a la Arquidiócesis de Belo Horizonte en el estado brasileño de Minas Gerais.
“En este primer aniversario de la tragedia de Brumadinho, oremos por los 272 hermanos y hermanas que han quedado sepultados”, pidió el Papa quien también lamentó “la contaminación de toda la cuenca fluvial”.
Además, el Pontífice instó a ofrecer “nuestra solidaridad a las familias de las víctimas, un apoyo a la Arquidiócesis y a todas las personas que están sufriendo y que necesitan nuestra ayuda”.
“Con la intercesión de San Pablo, que Dios nos ayude a reparar y proteger nuestra casa común”, señaló el Papa en la fiesta de la conversión del apóstol Pablo de 2020.
Por su parte, el Arzobispo de Belo Horizonte, Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, advirtió que “los daños humanos y socio ambientales son irreparables y dejan una urgencia muy evidente” por lo que señaló la necesidad de “volver a pensar modelos de desarrollo que consideren el respeto a la naturaleza y los parámetros de sustentabilidad”.
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