El fuego afectó la sacristía y la antigua casa parroquial del Santuario de Santa Rosa de Pelequén (Chile), pero no hubo que lamentar víctimas y heridos. El suceso generó conmoción, pero también agradecimiento por la solidaridad desatada
Sucedió en la tarde del miércoles 16 de febrero mientras se realizaba una ceremonia de funeral. Ese día, un incendio en el Santuario de Santa Rosa de Pelequén en Malloa, región de O’Higgins, generó pánico, pero posteriormente también alivio y solidaridad.
Es que el fuego desatado en un hermoso e histórico santuario que suele recibir cada año a cientos de peregrinos -y que tiene como protagonista a Santa Rosa de Lima-, no pasó a mayores.
@santuariosantarosa
Según se informó desde el propio santuario, el fuego afectó la sacristía y la antigua casa parroquial. No obstante, lo que generó mayor alivio fue que no hubo víctimas y que el templo parroquial tampoco fue afectado (más allá del humo provocado por la emergencia).
“Bomberos, carabineros y personas de Pelequén fueron muy oportunos para evitar que el incendio se propagará. Jesús y Santa Rosa están a salvo”, se indicó a través de un mensaje difundido a través de las redes sociales.
Iglesia.cl
Un cura entre escombros y limpieza
Quien también desempeñó un rol importante tras lo sucedido fue el propio párroco del santuario, el padre Juan Carlos Farías. Tal cual recordó una nota de la Iglesia de Chile, este sacerdote se encontró desde un primer momento dedicado a tareas de limpieza y remoción de escombros junto a un grupo de voluntarios.
“Hubo una solidaridad extraordinaria entre toda la gente que llegó a ayudar y rescatar los muebles que pudieron hacia los patios para evitar que se siniestraran”, señaló el padre Juan.
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