Papa Francisco: Sin amigos y sin oración el celibato puede convertirse en un peso

El Pontífice vuelve sobre uno de los temas más debatidos en los últimos tiempos a raíz de la crisis de los abusos de poder, conciencia y sexual

El papa Francisco indicó que “el celibato es un don que la Iglesia latina conserva”. «Sin amigos y sin oración, el celibato puede convertirse en una carga insoportable». Lo dijo el pontífice ante unos 500 sacerdotes, obispos y expertos reunidos en el Aula Pablo VI este jueves 17 de febrero de 2022.

El Obispo de Roma desarrolló una meditación sobre las cuatro «cercanías» que el sacerdote está llamado a cultivar: con Dios, con el obispo, entre los sacerdotes y con el pueblo.

Francisco ha inaugurado los trabajos del Simposio Internacional «Por una teología fundamental del sacerdocio», promovido por el cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos, y el Centro de Investigación y Antropología de las Vocaciones. Los trabajos se llevan a cabo en el aula Pablo VI del Vaticano hasta el próximo 19 de febrero.

“El celibato es un don que la Iglesia latina custodia, pero es un don que para ser vivido como santificación requiere relaciones sanas, vínculos de auténtica estima y genuina bondad que encuentran su raíz en Cristo. Sin amigos y sin oración el celibato puede convertirse en un peso insoportable y en un anti testimonio de la hermosura misma del sacerdocio”, aseveró el Pontífice. 

En el discurso que duró más de una hora, el Papa pronunció varias partes sin hojas en la mano y mirando a los sacerdotes presentes.

En la parte sobre la  “cercanía entre los sacerdotes”, el Papa recordó el drama de la soledad. Un mal que sufren muchos sacerdotes. 

“La fraternidad es escoger deliberadamente, ser santos con los demás y no en soledad. Un proverbio africano dice: “Si quieres ir rápido tienes que ir solo, mientras que si quieres ir lejos tienes que ir con otros”. 

“A veces parece que la Iglesia es lenta —y es verdad—, pero me gusta pensar que es la lentitud de quien ha decidido caminar en fraternidad”, aseguró.

Asimismo, instó a una renovación espiritual y fraternal más que una revisión de las normas, en un contexto en el que el celibato sacerdotal está siendo cuestionado en algunos países. 

Por ejemplo en Alemania, a principios de febrero, el Camino Sinodal votó una moción a favor de la ordenación de hombres casados. Una propuesta que también fue votada por los Padres Sinodales en el Sínodo de Amazonía de octubre de 2019, pero que no fue considerada en la exhortación post-sinodal Querida Amazonia. 

El Papa advierte sobre el «funcionalismo»

Los sacerdotes no deben convertirse en «clérigos de Estado» o «profesionales de lo sagrado», sino en «hombres valientes, capaces de detenerse junto a los heridos para ofrecerles una mano», insistió el Papa evocando la parábola del buen samaritano. 

Sucesivamente, el Papa ironizó sobre la expresión francesa «Monsieur l’abbé», que parece convertir al sacerdote en un notable inaccesible, y destacó en cambio el ejemplo del Cura de Ars o Juan Bautista María Vianney, quien fue un sacerdote francés y es patrono de los sacerdotes católicos. 

Deformación de la vocación

El Papa alertó que la vocación sacerdotal se deforma precisamente cuando olvida que es una vocación que “se debe a otros ―al Señor y a las personas por él encomendadas―. 

“Este olvido – dijo – está en las raíces del clericalismo y sus consecuencias”. “El clericalismo es una perversión porque se constituye con “lejanías”.

Laicos clericalizados 

El Papa denunció que el clericalismo no es solo cosa de sacerdotes, sino también de laicos. 

“Cuando pienso en el clericalismo, pienso también en la clericalización del laicado, esa promoción de una pequeña elite que entorno al cura termina también por desnaturalizar su misión fundamental”. 

Lazos de comunión 

El Papa destacó la importancia de la cercanía entre los sacerdotes y sus obispos, diciendo que «la obediencia no es un atributo disciplinario, sino la característica más profunda de los vínculos que nos unen en comunión». «Esta obediencia puede ser también confrontación, escucha y, en algunos casos, tensión», reconoció el Obispo de Roma.

El Papa se pronunció tanto contra la tentación tradicionalista, denunciando «la búsqueda de formas codificadas, muy a menudo ancladas en el pasado, que nos «garantizan» una especie de protección contra los riesgos refugiándonos en un mundo y una sociedad que ya no existen», como contra la tentación progresista, que nos empuja a confiar demasiado en «la última novedad, despreciando así la sabiduría de los años».

Cercanía 

“Un corazón sacerdotal sabe de cercanías porque el primero que quiso ser cercano fue el Señor”, expresó haciendo un repaso de su experiencia personal de más de 50 años de sacerdocio. 

El Papa, ordenado en 1969, rindió homenaje a «los sacerdotes que, con su vida y testimonio, me han mostrado desde mi infancia lo que da forma al rostro del Buen Pastor». 

«Yo mismo pasé por diversas condiciones y fases y, «rumiando» las mociones del Espíritu, noté que en ciertas situaciones, incluso en momentos de prueba, dificultad y desolación, cuando vivía y compartía la experiencia, de cierta manera, la paz se quedó», confió el Papa que fue ordenado en la Compañía de Jesús. 

El estilo sacerdotal de Jesús

El Papa ha propuesto a los participantes del Simposio que “frente a la tentación”  de “discusiones interminables sobre la teología del sacerdocio” lo que se “debería” es “mirar al Señor” que “con ternura y compasión”ofrece a los sacerdotes las coordenadas “desde donde discernir y mantener vivo el ardor por la misión”

Por eso, señaló la “cercanía”, “cercanía con Dios, con el obispo, con los hermanos presbíteros y con el pueblo que le fue confiado”. Cercanía con el estilo de Dios que es cercano con compasión y ternura”. 

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