Un reto simpático basado en el parecido que une a las personas de distintos lugares y tiempos, ¿te animas a participar?
Mi esposa Vida suele decir que cada persona tiene un gemelo con el mismo carácter y gustos, en algún lugar de la historia, en otra empresa. Y en cierta forma tiene razón.
Todos de alguna manera nos parecemos un poco con nuestros sueños, temores e inquietudes.
Tenemos rasgos y pensamientos similares, nos repetimos. Ocurre mucho en los trabajos.
Cómo se parece a…
Estás en una empresa un tiempo, llegas a conocer a los colaboradores, abandonas la empresa por un mejor trabajo.
Y cuando llegas, te parece ver en los nuevos colaboradores, por su forma de ser, rasgos similares a los que estuvieron contigo en la empresa anterior. Puedes decir: “Este es como Juan, esta se parece a Mercedes…”.
Reconoces al colaborador siempre dispuesto a ayudar en lo que se requiera, al que busca cómo zafarse y te dice: “voy y vengo”, pero nunca regresa, al que es amable en todo momento y siempre sonríe, al que parece gruñón, pero en su interior tiene un gran corazón. ¿Te ha pasado?
También ocurre en la Biblia
Hice un ejercicio similar con los personajes mencionados en las Sagradas Escrituras.
Cómo me gusta escudriñar las Escrituras y conocer a fondo la vida de los que andaban cerca de Jesús y lo escuchaban hablar a diario.
Me he puesto a buscar quién podría ser mi doble en personalidad, aquel personaje bíblico que me habría gustado ser, de vivir en esos días en que se cumplieron las antiguas profecías.
Pasé por Pedro, con su carácter fuerte. Luego el leproso agradecido que volvió para dar las gracias a Jesús por haberlo sanado. El hombre que Jesús sanó y llevaba 38 años enfermo junto a la piscina llamada Betesdá,…
Nicodemo es el mío
De entre tantos, elegí a Nicodemo. Nos parecemos mucho… Más bien, me simpatiza su forma de ser, su anhelo de conocer a Jesús y charlar con Él a pesar de sus dudas y haber tenido la conversación más importante de la historia.
Su impresión viendo los milagros de Jesús. La certeza de saberlo venido de Dios, hijo del Altísimo,…
“Fue este donde Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él”.
Juan 3
Su arraigo a lo terrenal y sus anhelos de ver cumplidas las profecías…
Estuvo presente en otro momento importante del Evangelio:
«José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió. Fueron, pues, y retiraron su cuerpo. Fue también Nicodemo – aquel que anteriormente había ido a verle de noche – con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras”.
Juan 19, 38-39
Me agrada Nicodemo.
Y a ti, ¿cuál personaje del Evangelio te gusta?
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