Boko Haram es un grupo radical afiliado al Estado Islámico (ISIS) que surgió cerca de 2009, cuyo nombre más o menos se traduce como “la educación occidental está prohibida”. Desde entonces, cometen ataques terroristas contra los cristianos en Nigeria, obligándolos a huir de sus hogares. A la fecha hay más de 2.4 millones de desplazados en todo el país.
Doris Mbaezue, portavoz de Cáritas Nigeria, relató el 23 de marzo a ACI África, agencia del Grupo ACI, que durante la insurgencia del grupo radical y otros militantes armados, varias localidades, sobretodo del noreste y norte del país fueron destruidas, incluidas sus iglesias y centros parroquiales, cuyos restos dan testimonio de la historia del sufrimiento que vivieron los cristianos.
Una de ellas es la Diócesis de Yola, en el estado de Adamawa, la región más poblada del país y donde es común ver iglesias y edificios eclesiásticos abandonados, algunos incluso profanados e incendiados. Lo mismo ocurre en la Diócesis de Maiduguri, en el estado de Borno.
“Las iglesias están abandonadas. Los católicos en Nigeria han sido conocidos por ser una comunidad llena de energía y entusiasmo en la Iglesia, pero este ya no es el caso, especialmente en los estados de Adamawa y Borno”, señaló.
Mbaezue explicó que por temor a sufrir ataques terroristas, los católicos ya no visitan las iglesias y centros parroquiales; en cambio, se reúnen de forma secreta en “lugares indefinidos” para rezar juntos.
“Hoy, se organizan y se encuentran en lugares totalmente indefinidos para saciar su sed de oraciones comunitarias. Ya no van a sus lugares de culto, porque saben que los matarán si lo hacen”, agregó
Dijo que los que permanecen en las aldeas enfrentan el peligro de sufrir ataques todos los días y se les restringe la circulación, incluida la prohibición de ir a sus granjas. Por ello, muchos han huido en busca de seguridad y ahora viven en áreas del gobierno local donde dependen de las agencias de desarrollo para su sustento.
Mbaezue señaló que pese a todos los desafíos, la fe de los habitantes continúa creciendo día a día. “La gente profesa su fe con orgullo. Uno podría imaginar que los ataques que tienen como blanco a los religiosos los espantarían, pero no”, dijo.
“Los sacerdotes y seminaristas que están dando su vida por su fe” son “la motivación más fuerte para la gente aquí. Cada vez más personas están dispuestas a morir para defender su fe”, subrayó.
El apoyo de la Iglesia Católica
Frente a ello, informó que Cáritas Nigeria está trabajando con otras entidades locales e internacionales para aliviar el sufrimiento de los desplazados internos de las 58 diócesis que hay en el país.
“Los jóvenes nigerianos corren riesgos todos los días al tratar de salir del país en busca de mejores oportunidades, especialmente en Europa. Pasan por Libia y muchos de ellos mueren en el desierto”, explicó, y dijo que Cáritas ayuda a los migrantes a reconstruir sus vidas.
Otras organizaciones de caridad que trabajan junto a Cáritas son Catholic Relief Services (CRS), Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ), la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y otras agencias de desarrollo que trabajan en la región sur de Nigeria.
La portavoz de Cáritas señaló que la ayuda se brinda especialmente en los estados de Adamawa y Borno, donde viven la mayor cantidad de víctimas de Boko Haram.
“Los niños en estos lugares están gravemente desnutridos debido a lo que los insurgentes han hecho, causando la pérdida de sus medios de vida y el hambre”, dijo y señaló que a los padres les enseñan cómo preparar alimentos para sus bebés, niños pequeños y más grandes.
En el proyecto financiado por la FAO en el estado de Borno, las víctimas de Boko Haram reciben insumos agrícolas como semillas y fertilizantes para dedicarse a la agricultura.
En cuanto al proyecto financiado por ACNUR en el estado de Adamawa, las víctimas son inscritas en centros de formación profesional donde aprenden carpintería, sastrería o fabricación de abalorios.
Cáritas Nigeria también está trabajando en colaboración con el Gobierno de Nigeria para brindar comidas tres veces al día a los desplazados internos del estado de Borno, que llegan a vivir a los refugios.
La portavoz de Cáritas Nigeria afirmó que en “Nigeria no se trata solo de insurgencia. Hay alrededor de seis zonas geopolíticas en Nigeria donde la vida sigue como de costumbre. Pero, los medios tienen esta forma de moldear una mentalidad y ahora la gente solo piensa en Boko Haram cuando oye hablar de Nigeria”.
“Nigeria está llena de vegetación. Tenemos aceite de palma, tenemos mandioca, preparamos más de 250 platos que son manjares en todas partes. Contamos con personas altamente capacitadas que hacen artesanías que se venden internacionalmente, y tenemos una cultura de vestir única”, concluyó.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en ACI África.
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