El clamor ante las vacunas que van solo a los países ricos del Norte de la Tierra
Ya no es algo que circula solo por las redes sociales e internet, sino que es una realidad: las vacunas anticovid-19 se han repartido entre los países ricos, quedando los países pobres y del Sur del planeta Tierra bastante en la cola esperando.
Lo han dicho el Secretario General de la ONU, António Guterres, el director general de la OMS (Organización Mundial de la Salud), Tedros Adhanom Ghebreyesus, la directora general de UNICEF, Henrietta Fore, y de manera continuada el papa Francisco y Cáritas Internationalis, entre otros muchos. Es más, el 45 por ciento de las vacunas anti-Codiv-19 se han administrado entre los países del G7, y el 75 por ciento entre 10 países solamente.
El Papa pidió también a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que garantice la distribución de las vacunas de modo “universal, equitativo y asequible”.
Nacionalismo de las vacunas
Todos ellos critican el “nacionalismo” de los países ricos en la producción, comercialización y distribución de las vacunas, lo que conduce a una gran falta de solidaridad mundial. El papa Francisco, como autoridad moral, ha añadido que los que acaparan vacunas “serán víctimas de su propia miopía”.
Existe, por lo por lo tanto, una injusta distribución a nivel mundial. Lo dijo el director general de la OMS: «la prioridad debe ser vacunar a personas vulnerables en todos los países y no a todas las personas en ciertos países». El secretario general de la ONU calificó el progreso de la vacunación como “tremendamente desigual e injusto”.
Y el papa Francisco pidió que se “revisen los mecanismos de producción, comercialización y distribución de las vacunas”, porque del coronavirus se salvará la humanidad entera si hay un tratamiento global de la vacunación, porque los países están muy interconectados.
Los países que más han vacunado han de tener presente que “necesitan de la vacunación de todos para mantener sus fronteras abiertas y recobrar la normalidad”, añadió el Papa. Lo dijo al reunirse con el Comité Panamericano de Jueces por los Derechos Sociales y Doctrina Franciscana.
Los pobres sin acceso
Los países pobres casi no tienen acceso a las vacunas, y no son pocos los que carecen de infraestructura para poder guardar las vacunas en las condiciones de temperatura y efectividad de las mismas.
Por su parte, Cáritas Internationalis ha solicitado “una acción urgente para el acceso a las vacunas contra la Covid-19, a todo el mundo. El Sur del planeta no puede quedar al margen de la vacunación”, dice en una nota.
La directora de comunicación de este organismo, Marta Petrosillo, ha dicho que lo que más ha aprendido, viajando por el mundo, es “lo que nos ha dicho el papa Francisco, y es que el mundo está estrechamente interconectado. De este modo, para salir de la crisis de la Covid-19 es necesario alejarse de las lógicas y los intereses nacionales y pensar en el bienestar del mundo”. Lamentó que en África acabarán de vacunarse en el año 2024. Y sentenció: “Si queremos salir de la pandemia lo tenemos que hacer entre todos, todos juntos”.
Materiales biológicos utilizados
Por su parte, el prefecto del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Integral, cardenal Peter Turkson, elaboró un documento, junto con la Comisión Vaticana Covid-19 y en colaboración con la Academia Pontificia para la Vida, en el que se señalan 20 puntos sobre las vacunas. En el tema de la investigación y producción de vacunas anticovid-19, alerta sobre los “materiales biológicos” utilizados para su desarrollo.
En este sentido afirmó que hay alguna vacuna que emplea “material biológico procedente de fetos abortados voluntariamente hace varias décadas”, cuando “otras vacunas” hacen un “uso limitado de este tipo de material”. “No se puede justificar el aborto voluntario para fines de salud pública e3n la producción de vacunas”, aunque reconoció que “hay diferentes grados de responsabilidad”. Y añade que “El objetivo de la explotación comercial como único criterio no es éticamente aceptable en el ámbito de la medicina y la atención sanitaria”.
Condena total al tráfico de vacunas y su contrabando
Por otro lado, la condena de todos los organismos antes citados ha recaído también contra quien trafica o manipula las vacunas. El tráfico de vacunas está extendido por todo el mundo, desde África, hasta América Latina, Asia e incluso en Europa.
Levantó una oleada de escándalo los 30 millones de dosis de AstraZeneca escondidas en Italia, y que según la marca debían ir a la Unión Europea y a los países pobres. Pero esta versión no acabó de cuajar, y sigue la acusación de que las vacunas iban al Reino Unido.
En efecto, hay una guerra por las vacunas entre el Reino Unido y la Unión Europea, que se han separado este año por el brexit. Muchas vacunas de distintas marcas son fabricadas en países europeos, aunque no sea toda la producción mundial, y el Reino Unido es reticente dar las vacunas que había pedido Europa. Por eso, Bruselas ha dicho que no saldrán de Europa hacia el Reino Unido las vacunas fabricadas en el continente.
Envío de vacunas sin control
La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) exhortó a los países de la Unión Europea a estar atentos a estafadores que ofrecen vender vacunas contra el COVID-19 falsas en un momento en que el bloque de 27 naciones enfrenta demoras en la administración de estas. La OLAF ha recibido denuncias de estafadores que ofrecen vender vacunas.
En cuanto a África, se teme que las mafias controlen el envío de vacunas sin control. La debilidad de los organismos reguladores de medicamentos, las fronteras porosas y la corrupción son clave en la circulación de falsificaciones de las vacunas contra la covid-19 en el continente. “Oro líquido” las llaman ya las organizaciones criminales.
También se han encontrado partidas de vacunas de origen no identificado en varios países de América Latina y de Asia, donde hay bandas del crimen organizado que trafican con ellas.
¿Vacunas falsas?
En cuanto a Sudáfrica, y según la Interpol, las falsas vacunas se habían promocionado en una red social china, WeChat, y habían sido importadas desde Singapur como “inyecciones cosméticas”. La policía sigue intentando averiguar si se han distribuido unidades en el país.
El riesgo ahora está en que haya personas a las que se les inyecten esas vacunas [falsas]; no sabemos qué hay en ellas, porque todavía están siendo analizadas en el Laboratorio Nacional de Control, en Bloemfontain, en el centro de Sudáfrica.
También se descubrieron vacunas rusas Sputnik V en México, en el Estado de Campeche, que eran de contrabando o falsas, y que denunció el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Eran vacunas rusas que no fueron importadas por el gobierno mejicano ni correspondían a vacunas Sputnik V enviadas por Rusia. “Son de contrabando o hechizas”, dijo el presidente. Resultó que un lote iba a Honduras.
La urgente necesidad de vacunas mueve a mafias y a contrabandistas. La delincuencia prospera allá donde hay necesidad.
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